Golpes de calor y deshidratación: claves para sobrevivir al verano

El verano ha llegado y, con él, las altas temperaturas (todos hemos podido darnos cuenta), así que aquí van unos tips para mantenernos hidratados durante estos meses.

En los últimos años las temperaturas han superado los grados recogidos en todo el registro de la década de los ochenta. Cada vez cuesta más encontrar formas de resistir al calor, por lo que os vamos a poner al tanto de qué consejos seguir para sobrevivir a los todavía (y como mínimo) dos meses que se nos vienen encima. ¡Atentos!

El verano; las vacaciones, la arena, el mar, los helados… Y el sol. Lejos de ser un motivo más para disfrutar de esta estación, con los años se ha ido convirtiendo en un peligro del que hay que protegerse. Entre otros riesgos, encabeza la lista la inminente deshidratación.

Ante el golpe de calor, aunque suene obvio, lo más importante es empezar por resguardarse lo máximo posible del sol. Para ello, es necesario que saquemos las gorras, las gafas de sol y la crema solar y llevarlos siempre con nosotros. Sin embargo, si ya estamos en la calle y se nos olvidan estos imprescindibles elementos, no se preocupe. Aquí van una serie de tips.

Mantenerse hidratado: una lucha en verano

Estamos en la calle y marcan 42 º en el termómetro más cercano. No queremos que nadie sufra mareos por el incipiente calor, así que, como primer punto a tener en cuenta, lleve bebidas frías encima. La más importante es el agua, ya que es la bebida que más hidrata por excelencia (sí, todo lo sabemos).

Lo que quizá no sepas es que los refrescos o bebidas con cierto porcentaje de azúcar ayudan a controlar los mareos, por lo que un refresco con hielo siempre puede ser una buena elección. Claro está, con moderación y teniendo en cuenta que el alcohol y las bebidas con gas no entran en estas propuestas, ya que provocan el efecto contrario.

Bebe incluso aunque no tengas sed y complementa esto con alimentos ricos en agua: frutas, verduras u hortalizas. No son solo frescos, sino que están riquísimos y hay una abundante variedad. ¿A quién no le apetece una sandía en verano? Además, probemos también con ese alimento irresistible… los helados. Los helados y los granizados pueden salvarnos de la sequedad y encima cuentan con una amplia gama de sabores. Eso sí, los más refrescantes son los frutales (está todo relacionado 😊).

Para terminar, no olvides que el agua se puede (y, de hecho, se debe) introducir en cada comida. Así que ya sabes, dos/tres litros diarios repartidos entre comidas y bebidas. ¡Ahora ya no tienes excusa! Cuidaos siempre del sol.