Karoline Lima y Cassia Lourenço, exnovia y actual pareja de Militao, respectivamente, coincidieron en un cumpleaños que terminó en pelea
Hace justo un mes, Eder Militao y Karoline Lima pusieron fin a su relación, pocos días antes de convertirse en padres por primera vez. Llevan tiempo separados, aunque ambos siguen manteniendo el contacto por la hija que ambos tienen en común. Precisamente, ha sido en la fiesta de cumpleaños de la pequeña donde se ha formado un nuevo escándalo entre el futbolista del Real Madrid y la influencer brasileña.
Cassia Lourenço, tiktoker y novia actual del jugador madridista, fue una de las invitadas a la fiesta y el encuentro con Karoline Lima no salió nada bien. Al parecer, según las últimas informaciones, las dos jóvenes acabaron peleándose. De esta forma convirtieron lo que debía haber sido un bonito recuerdo por el primer cumpleaños de la pequeña Cecilia en todo un escándalo bochornoso.
Pelea entre la novia y la ex de Militao
Militao aprovechó su periodo de vacaciones para festejar el primer aniversario de su hija. Y después de varios meses en los que parecía reinar la calma, la reunión con Cassia Lourenço y Karoline Lima no acabó como esperaba el jugador del Real Madrid. De hecho, la joven tiktoker apenas duró una hora en la fiesta.
Un testigo explica al portal OKDiario que durante este tiempo la actual pareja de Militao estuvo muy seria y acabó marchándose, pese a los intentos del futbolista por tranquilizarla. Por su parte, el madridista se quedó en la fiesta y acabó bailando y cantando junto a su exnovia. Todo ello en un evento de ensueño para todo niño, decorado con cientos de globos, con mucho colorido y con personajes de Disney como Mickey o Minnie Mouse.
Asimismo, al igual que Militao, la que también se quedó en el cumpleaños de la pequeña Cecilia fue una de las amigas de Cassia. Curiosamente, fue otra de las protagonistas después de un rifirrafe con la mejor amiga de Karoline. Incluso el hermano del futbolista se enfrentó a ella y, antes de que fuera expulsada de la fiesta, le gritó, supuestamente, que jamás la dejaría pisar más su casa. De esta forma, lo que se preveía como una gran celebración y una oportunidad para enterrar el hacha de guerra se convirtió en un auténtico escándalo.