¿Quieres comer sano y equilibrado sin perder demasiado tiempo en la cocina? Prueba la técnica batch cooking.
Si te gusta cuidarte y comer de forma equilibrada, pero tu ritmo de vida no te deja suficiente tiempo, el batch cooking puede ser tu mejor aliado. Prepara en apenas unas horas una parte de tus platos semanales, dejando todo a punto para añadir alimentos frescos y a la plancha, que estarán listos en cuestión de minutos.
El Batch cooking es una técnica de cocina que nos permite crear nuestra propia “despensa” de alimentos precocinados. Consiste en preparar varios platos a la vez, en un mismo día, para consumirlos durante la semana. También puedes hacer preparaciones intermedias que combinar con ingredientes frescos o a la plancha.
Esta técnica tiene múltiples ventajas, incluida la de ahorrar tiempo en la cocina. Con ella podemos preparar menús de mayor calidad, aprovechar alimentos y planificar mejor la compra de la semana.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es el número de personas e ingestas, para planificar bien las cantidades y raciones. También disponer de suficientes recipientes y tapers para poder guardar nuestras preparaciones. Además es conveniente contar con suficiente espacio en la cocina para preparar varios platos a la vez. Intenta quitar del medio aquellos objetos que no necesites para cocinar.
Por último, cabe destacar la importancia de mantener una serie de medidas higiénicas para evitar contaminar los alimentos que vamos a ingerir.
Si te han entrado ganas de probar esta técnica, te damos algunos ejemplos para que puedas llevarla a la práctica.
Selecciona tus verduras favoritas y prepáralas en la sartén con un chorrito de aceite, ajo y sal. Guárdalas en la nevera o el congelador para añadirlas después a revueltos y tortillas o como guarnición de platos con carne, pescado o estofados.
Si no te gustan las verduras salteadas, prueba a hervirlas. Las patatas, zanahorias, judías verdes o guisantes, son una buena opción para usar como guarnición en otros platos.
Con los restos de hortalizas y hojas externas de verduras, podemos preparar unas magníficas cremas. Solo tenemos que añadirle unas patatas, algunas otras hortalizas, las que más te gusten y hervirlas.
Esta es una muy buena opción, ya que si congelamos nuestras cremas podremos consumirlas en el futuro, en cualquier momento.
Incluir hidratos en nuestros platos es fundamental. Para ello las legumbres son la mejor opción. Cocina entre 4 y 6 raciones, congela la mitad y añádelas en tu plato con otros vegetales y proteínas.
Prepara fondos de carne o pescado como base para otros platos y congélalos. Una vez descongelados prueba a añadir agua o caldo y completar la preparación con arroz o legumbres.
Deja preparados distintos sofritos o salsas para añadir a tus platos de arroz, legumbres, estofados, carnes o pescados.
Estas seis recetas básicas te permitirán disfrutar de múltiples platos, comer sano y dejar de perder tiempo en la cocina. Solo dedica algún día de la semana a cocinar y ponle un poco de creatividad a tus platos. ¡Quedarán de rechupete!
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