Cosas que debes saber sobre el uso excesivo del aire acondicionado

Con el verano, usar el aire acondicionado es una tradición en muchas casas para intentar paliar el calor, ¿pero hasta qué punto es bueno?

Llega el calor extremo a la península, salir a la calle durante el día es prácticamente un imposible debido a ello. De hecho, muchas familias han empezado a utilizar ya un aire acondicionado en sus casas con el objetivo de intentar pasar de la mejor manera posible el verano. Este artilugio se ha convertido en un indispensable de muchos domicilios, ganándole la partida incluso a los ventiladores.

El simple hecho de que un aire acondicionado provoque aire frío es una sensación perfecta para climatizar una vivienda en épocas de calor extremo. No obstante, hay que tener en cuenta que ante tal efecto positivo como es acabar con ese calor extremo, también puede haber ciertos inconvenientes si se usa de manera desmesurada.

Cosas que debes saber del aire acondicionado

Lo primero que hay que tener claro es que un aire acondicionado consiste básicamente un dispositivo encargado de enfriar el aire con la temperatura ambiente. Hay muchos rumores acerca de lo que puede causar para la salud si se usa en un tiempo prolongado. Sin embargo, la realidad es bien distinta y no todo depende de la duración sino de la intensidad.

Esto quiere decir que puedes usar un aire acondicionado durante todo el día si así lo deseas, y si tu factura de la luz a final de mes te importa bien poco. De hecho, estos aparatos están preparados para funcionar de manera ininterrumpida durante muchas horas. No obstante, hay que tener claro que si se colocan temperaturas extremas el cuerpo podría sufrir. Por ello, lo mejor sería aplicar un termostato entre los 24 y 26 grados.

Si lo queremos utilizar por la noche, lo mejor sería a través de un temporizador o con un modo nocturno para aclimatar la estancia sin sufrir en exceso.

Inconvenientes de uso

Esto es algo muy simple, si en invierno vas desprotegido contra el frío lo más normal es que te acabes poniendo enfermo, pues con el aire acondicionado ocurre algo similar. Si la temperatura es demasiado baja, el cuerpo humano podría reaccionar de manera negativa a esta herramienta llegando a afectar al sistema respiratorio a través de resfriados, catarros y similares.

También hay que tener en cuenta que una habitación donde haya esta herramienta suele eliminar la humedad al bajar en exceso la temperatura, por lo que también se podría provocar sequedad en la piel y en los ojos. Además, podría provocar un daño en las articulaciones y en los músculos en caso de exponerse de forma directa sobre ellos.