Seis consejos claves para cuidar los tatuajes en verano y evitar que se estropeen con el sol, el agua, el sudor, etc.
Los tatuajes ya forman parte de nuestra vida cotidiana. Están totalmente normalizados en la sociedad, hasta el punto de que el 38% de la población mundial tiene al menos un tattoo; según los datos de Dalia Research.
España no es ajena a esta moda. De hecho, nuestro país es el sexto ‘más tatuado’ del mundo. Una práctica que, sin embargo, en esta época del año no es recomendable. El verano no es el mejor momento para tatuarse porque el calor y el sudor puede retrasar la cicatrización. Asimismo, la temporada estival tampoco es buena para eliminar los tatuajes, una práctica que se ha convertido también en muy habitual, pero que en este periodo puede dar problemas.
Y es que, en verano, la piel está mucho más expuesta a las agresiones externas del sol, los baños en el mar y la piscina, la arena de la playa… Cuidar nuestra barrera protectora natural es indispensable para evitar problemas de salud; y para ello, se recomienda utilizar protectores solares, con un filtro mínimo de factor 30, así como mantener nuestra piel bien hidratada con la aplicación diaria de cremas hidratantes. Recomendaciones que no deben faltar en el cuidado de nuestros tatuajes.
Consejos para cuidar los tatuajes en verano
El pasado 17 de julio, con motivo del Día Mundial del Tatuaje, el centro online de másteres del ámbito de la salud y el deporte (CEMP) compartió una serie de consejos para cuidar los tattoos en verano de manera correcta. El primero, ya mencionado anteriormente, es usar protección solar. Además de dañar la piel, los rayos UV del sol pueden causar graves daños en nuestros tatuajes como un desvanecimiento de la tinta. Por ello, es necesario usar protector solar factor 30, como mínimo, cada dos horas y siempre después de sudar o meterse en el agua.
En segundo lugar, como también se ha destacado previamente, es importante mantener la piel bien hidratada para que no se reseque y se mantenga suave (se recomienda utilizar crema hidratante sin perfume). Por otro lado, durante el proceso de curación (2-4 semanas) es fundamental evitar sumergir el tattoo en agua salada o clorada, ya que podría resecar la piel y alterar el proceso de curación, en el que tampoco se debe exfoliar la zona tatuada. Retirar la piel que se está descamando durante la curación (similar a lo que ocurre cuando nos quemamos por el sol) puede resultar perjudicial, afectando a la apariencia final del tatuaje.
Asimismo, no hay que olvidarse de cuidar la piel por dentro, manteniéndose continuamente hidratado y llevando una alimentación equilibrada. Algo que puede ayudar a la piel a mantenerse saludable y acelerar la curación. Finalmente, evitar las rozaduras con ropa ajustada y áspera es del todo reseñable, dado que pueden producir irritación. Para ello, hay que intentar usar ropa holgada y suave que no roce con el nuevo tatuaje. Seis consejos claves para evitar que nuestros tattoos se estropeen en verano.