¿Sabías que puedes cuidar tu línea sin renunciar a la pizza? Te enseñamos a versionar este delicioso plato con recetas fit y saludables.
La pizza es uno de los platos más deliciosos y socorridos que existen. Pero a menudo lo eliminamos de nuestra dieta por su alto contenido en calorías. Y si te dijéramos que la pizza no solo es un placer para el paladar, sino que también puede ser un acierto nutricional si escoges los ingredientes correctos y de forma moderada. Que nos perdonen los italianos, porque hoy versionamos las recetas tradicionales, por unas mucho más healthy.
Conseguir una versión más saludable de la pizza tradicional es mucho más sencillo de lo que pensamos. El truco está en sustituir los ingredientes con mayor índice calórico, por otros alimentos más sanos y bajos en grasas. Por ejemplo, la mozzarella por el queso fit, el pepperoni por el pollo y el tomate frito de base por el natural. Estas alternativas son mucho más saludables y nutritivas, pero igual de deliciosas y crujientes.
Hay muchas formas de versionar la pizza, ya que este es uno de los platos más versátiles de la gastronomía italiana, junto con la pasta. Lo que nos abre un mundo infinito de recetas con numerosos ingredientes. Pero si queremos que nuestra pizza sea lo más saludable posible solo tenemos que tener en cuenta estos consejos:
Estas recetas de pizza fit son rápidas y saludables, además de una buena opción para consumir durante tu cheat meal, fin de semana o para ocasión especial con familia y amigos.
Cocina la base hecha de harina integral o quinoa, añade mozzarella, queso camembert, queso azul y unas finas láminas de calabacín. Con este sencillo relleno incluirás vegetales y proteína animal, y tendrás un plato delicioso y nutritivo.
Cuantas más verduras incluyas a tu receta más sabrosa y ligera quedará tu pizza. Los vegetales siempre aportan menos calorías que otros ingredientes. Si además eres vegano o no te gusta el queso, puedes prescindir de él. Solo tienes que poner un sofrito de cebolla en la base de la pizza, cubrirla con verduras cortadas muy finitas y untarlas con aceite para que queden bien asadas en el horno.
Si prefieres innovar y probar platos nuevos te recomendamos una base de coliflor para tu pizza. Tritura 200 gr. de coliflor, con 75 gr. de harina de arroz y 50 gr. de garbanzo, dos cucharadas de semillas de lino y una de aceite de oliva virgen extra. Para el relleno añade tu fuente de proteína preferida, nosotros hemos elegido el pollo, ya que apenas contiene grasas y aporta mucha energía y nutrientes. Si además quieres aportar antioxidantes, para completar tu ingesta, solo tienes que añadir cebolla morada.
Con estos sencillos consejos y siguiendo estas recetas podrás disfrutar de un delicioso plato, nutritivo y muy saciante, sin tener que renunciar al placer de comerte una pizza.
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