El secreto mejor guardado para cuidar tu memoria a partir de los 40

Si no recuerdas donde pusiste la cartera, te cuesta recordar el nombre de tu jefe o se te olvidan citas importantes apunta estos consejos.

A partir de los 40 hay que cuidarse. Y es que se percibe esta edad como el punto de inflexión hacia la vejez.  La apariencia es la principal afectada: una cana por aquí, una arruguita por allá. Cambios físicos a los que poner remedio para así quitar algunos añitos de encima. Pero, tal y como lo hacemos con el resto de nuestro cuerpo nuestra memoria necesita ejercitarse para retrasar lo máximo posible su envejecimiento.

Memoria a los 40
La memoria también hay que cuidarla. Dieta.com

El momento más álgido de nuestra cabeza se encuentra entre los 26- 30 años mientras que el deterioro cognitivo comienza a partir de los 60. Sin embargo, a pesar de que a los 40 la pérdida de facultades natural no interfiera en las actividades cotidianas, ya no es la misma de antes

Por ello, nunca es pronto para comenzar a ejercitarla y mejorarla. Estos ejercicios rápidos te llevarán apenas unos minutos e incluso los podrás poner en práctica en tu día a día. Aquí tienes algunas ideas para comenzar:

Gimnasio para el cerebro

Tratar de memorizar datos

Parece algo obvio, pero tratar de memorizar datos es un ejercicio básico. En vez de tener que mirar una y otra vez lo que hay puesto en el papel, intenta memorizar algunas palabras y reducir la cantidad de veces que te ayudas de lo escrito. Así tu cerebro trabajará más.

Algunas de las técnicas de memorización más recurrentes son: la creación de una frase que una las palabras que quieres recordar,recordar las iniciales y la más antigua, repetirlo y repetirlo hasta que se te quede. 

Sudokus y crucigramas

Estos pasatiempos típicos están en desuso y son muy recomendables para nuestra memoria. Al igual que cuando ibas al cole estos «deberes» activan distintas partes de tu cerebro, recuerdas elementos que se te habían olvidado e incluso aprendes con ellos.

libros ejercitar memoria
Los libros son de gran ayuda para entrenar nuestro cerebro. Dieta.com

Leer

La lectura es una fuente de sabiduría. Mantiene a nuestro cerebro concentrado en una sola tarea además de adquirir gran cantidad de conocimiento. Si no estás habituado, comienza con algo ligero y de la temática que más te interese. Verás como le coges el gustillo y tu cerebro te lo agradecerá.

No echar mano siempre de la calculadora

Para operaciones sencillas se recomienda no utilizar la calculadora. Nuestro día a día está en constante vinculación con números, por ello, y para que a la larga no sea un problema, es mejor siempre hacer estas operaciones con la cabeza. Cuando vamos a por el pan, cuando compartimos una cuenta entre varios amigos, cuando echas gasolina, son momentos que necesitamos calcular. Entonces,

Gestione cookie