Algunos alimentos pueden ser de mucha ayuda a la hora de intentar conciliar el sueño en las calurosas noches de verano.
Las altas temperaturas típicas del verano pueden afectar seriamente a nuestra calidad del sueño. Encontrar la postura en la cama se complica y a veces se convierte en una misión imposible por el sofocante calor de las noches veraniegas. Cualquier ayuda es poca para lidiar con el insomnio provocado por la canícula, incluida la que se obtiene durante las cenas.
Y es que, la dieta también afecta directamente al sueño. Existen alimentos que ayudan a relajarnos y a poder dormir mejor durante las tórridas noches de verano. Comidas que recomiendan desde el portal Sleep Advisor y que conforman unas soluciones perfectas para los que prefieren remedios naturales en lugar del consumo de pastillas o de la exposición al aire acondicionado.
Alimentos que ayudan a dormir bien en verano
Los expertos del portal sobre sueño citado anteriormente enumeran seis alimentos claves que actúan como un somnífero natural, y que ayudan a relajarse y a poder dormir plácidamente en verano. El primero de ellos son las almendras. Éstas contienen melatonina y mangnesio, dos sustancias fundamentales para un buen descanso.
Asimismo, los yogures son unos grandes aliados a la hora de intentar conciliar el sueño. Tienen triptófano, un precursor de la serotonina y la melatonina, y son ricos en calcio y magnesio, que favorecen la relajación muscular y permiten reducir el estrés. Y no solo eso, su contenido en probióticos también mejora la microbiota intestinal, ideal para aumentar la calidad del sueño. El tercer alimento son las cerezas, sobre todo las variedades ácidas, que contienen melatonina y triptófano (algunos estudios señalan que alargan la duración del sueño más de 80 minutos).
Por otro lado, el kiwi es muy beneficioso para lidiar contra los problemas de insomnio. Es rico en fibra, vitamina C, vitamina K, vitamina E, ácido fólico, potasio, cobre y antioxidantes. Su consumo una hora antes de acostarse ayuda a dormir más tiempo y favorece el sueño profundo. En quinto lugar, está el pescado azul, como el salmón, que suponen una gran fuente de ácidos grasos omega 3 y vitamina D, fundamentales para regular la serotonina.
Finalmente, cabe recordar que la leche también contiene triptófano, y tomar un vasito templado antes de acostarse favorece la relajación y el descanso. Por supuesto, no hay que olvidar que, para dormir mejor en verano, es conveniente no hacer cenas muy copiosas que dificulten la labor de digestión, ni tomar alimentos que pueden provocar reflujos como café, té, alcohol, refrescos, tomates, naranjas y chocolate.