Muchos padres se encuentran preocupados ante el excesivo consumo de azúcar que hacen sus bebés, otros no son conscientes de las consecuencias que esto puede tener. Conoce los inconvenientes de dar azúcar a tu bebé.
Cada vez es más difícil encontrar alimentos donde se evite el azúcar, no solo para nosotros los adultos, también para los niños. Cada vez son más los padres que quieren evitar ofrecer el azúcar a los más pequeños. Sin embargo, se hace muy complejo.
Muchos creemos que los alimentos para bebés se encuentran regulados y son saludables, pero no es del todo así, pues muchos contienen un alto nivel de azúcar para los más pequeños; es más, la OMS ya alertó de esta situación: muchos de los productos que se anuncian aptos para bebés no lo son.
Las consecuencias de dar azúcar a tu bebé
La Organización Mundial de la Salud declaraba que lo mejor para nuestros pequeños es una lactancia exclusiva hasta los seis meses, tras ello, se recomienda comenzar con la alimentación complementaria e ir poco a poco añadiendo otros alimentos. En la actualidad, se ofrecen amplios productos para complementar la lactancia; sin embargo, son en estos productos donde se han encontrado altas cantidades de azúcar. Los afectados eran tanto cereales, purés de frutas y verduras, galletas o yogures.
En primer lugar, debemos saber que los expertos desaconsejan el consumo de azúcar en los bebés, pues según los estudios muestran que las preferencias alimentarias, así como pautas dietéticas se establecen en esta época: tanto en la lactancia como en la primera infancia. Desde la OMS aseguran que el consumo de los alimentos que tienen un exceso de azúcar se puede modificar el desarrollo en las preferencias gustativas en los niños, pues se aumenta su gusto por los alimentos más dulces. Esto se traduce en una preferencia por lo dulce y que comienza a asociarse al sobrepeso y la obesidad.
No obstante, no todos los tipos de azúcares son iguales. Por ejemplo, el azúcar que está presente en las frutas enteras o en la leche materna es de forma natural. La leche de vaca o cabra, así como productos lácteos no azucarados no son preocupantes, pues no está considerado azúcar dulce. La mayor preocupación viene, por tanto, de los productos procesados. El azúcar en estos casos se presentan a través de jarabes, miel o como edulcorantes. Estos productos no se deben utilizar en alimentos para menores de 3 años, según la Organización Mundial de la Salud.
De hecho, ni si quiera son recomendables aquellos productos que se han endulzado con zumo de frutas, aunque afirmen «sin azúcares añadidos». De hecho, se considera como «engañoso» anunciar este tipo de productos así, pues están endulzados con zumo de fruta y según esta organización «el zumo de frutas no se debe añadir a los alimentos para lactantes y niños pequeños.
