Los expertos recomiendan el punto medio entre el frío y el calor tanto para las duchas como para el consumo de agua diario
El término tibio es ampliamente conocido por la sociedad como el empleado para designar un punto intermedio entre el frío y el calor. Muchos médicos recomiendan poner una herida bajo un chorro de agua tibia para que esta cicatrice más rápidamente, pero en ningún momento se especifica una temperatura exacta.
Las evidencias literarias de la Edad Media demuestran que este vocablo ya existía mucho antes de que se inventaran las escalas de grados centígrados y Fahrenheit. En concreto, se trata de un poema del siglo XIV en el que el personaje protagonista se tomaba un «baño de agua tibia, ni fría ni caliente».
Pero, ¿acaso tiene algún beneficio beber agua tibia en lugar de optar por uno de los dos polos? En efecto, así es, siempre que se haga con mesura y en las medidas adecuadas.
En primer lugar, su consumo periódico es especialmente adecuado antes del desayuno. Como nuestro cuerpo aún no ha ingerido ningún alimento, el agua tibia ayuda a limpiar la suciedad acumulada durante el sueño, tanto en el aparato digestivo como en el excretor.
Su mezcla entre frío y calor resulta idóneo para el aparato circulatorio, reduciendo la presión sanguínea y ayudando en líneas generales a la locomoción. Gracias al agua tibia pueden corregirse levemente afecciones como el reumatismo o la arteriosclerosis.
Además, es el mejor aliado cuando cuando se tiene fiebre. Ante una temperatura corporal elevada, es altamente recomendable beber un vaso de gua tibia de un solo trago. El contraste de temperaturas permitirá reducir el calor del organismo y paliar la sensación de aletargamiento producto de la fiebre.
Según los mejores nutricionistas, el agua tibia es ideal para una dieta de pérdida de peso. Al mantenerse en un punto intermedio entre al agua fría y caliente, obtiene lo mejor de ambos mundos. Es decir, el agua fría proporciona una inyección de energía que ayuda a mejorar el rendimiento físico, pero dificulta la conciliación del sueño.
Por otro lado, el agua caliente es perfecta para combatir el insomnio por su capacidad para relajar los músculos, pero por ese mismo motivo no resulta adecuada antes de hacer ejercicio. El agua tibia tiene los beneficios de ambas.
Por último, es muy útil para combatir la acidez de estómago y mantener a raya los niveles de pH adecuados para la salud.
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