Comer pan diariamente mientras se sigue una dieta para perder peso es posible si se consume en cierta cantidad
Qué mala fama tiene el pan. Cuando te pones a dieta, es de los primeros alimentos que te quitan. Toda una faena, puesto que es uno de los principales complementos en cada comida, y está riquísimo.
El motivo de su eliminación cuando se quiere perder peso es su alto contenido en hidratos de carbono. Este nutriente es fácil de asimilar y proporciona energía a las células en forma de glucosa; sin embargo, también se almacena con cierta facilidad en forma de grasa si el organismo no lo gasta.
Así pues, no es que el pan nos haga engordar. Lo que nos hace ganar peso es que nos sobre energía. Y si se consumen alimentos muy energéticos, ricos en hidratos de carbono (como el pan), y llevamos una vida sedentaria, lo más normal es que nos sobre energía y que ésta se transforme en grasa; haciéndonos engordar.
¿Cuánto pan podemos comer para no engordar?
No obstante, cuando se inicia una dieta, no es estrictamente necesario prescindir del pan. Se puede comer de forma más saludable, y perder peso sin tener que eliminarlo de nuestras comidas. En primer lugar, es fundamental moderar la cantidad. Comer media barra de pan al día es inviable. Lo ideal es tomar unos 120 gramos diarios, es decir, unas 4 rebanadas o 2 panecillos.
Asimismo, que el pan sea integral resulta clave. Y no porque adelgace, puesto que tiene las mismas calorías que el pan blanco. Lo importante del integral es que nos sacia. Esto se debe a su alto contenido en fibra, lo que evita que acabemos picoteando entre horas. Es más, la fibra también cuida nuestra flora intestinal y hace que el azúcar del pan entre poco a poco en la sangre, aportando así la energía de forma dosificada.
Eso sí, hay que comprar un buen pan integral, algo que no siempre es fácil. Hay que fijarse bien en sus ingredientes (debe contener 100% harina de grano completo); no dejarse engañar por su color o por el hecho de que tenga semillas; y elegir masa madre, ya que con ésta se realiza una fermentación más lenta que genera aromas más especiales, al mismo tiempo que algunos nutrientes se vuelven más disponibles. Así, es posible comer pan diariamente, mientras se sigue una dieta para perder peso.