¿Cuántas veces te han dicho que te tomes una manzanilla cuando te duele el estómago? Estoy segura de que más de las que puedes contar con las manos. Te contamos el por qué.
La manzanilla es la infusión por excelencia de los que sufrimos dolores estomacales, crónicos o puntuales. En este artículo te contamos por qué es así y qué otros beneficios tiene esta conocida bebida amarilla.
La reina de las infusiones por excelencia, la manzanilla, proviene de una planta de flores blancas y amarillas denominada científicamente Chamaemelum nobile. Conocida también como camomila común o romana, la manzanilla pertenece a la familia de las asteráceas, de Europa, América del Norte, América del Sur y el norte de África.
Su nombre se debe al olor que desprende, muy parecido a la manzana. De ahí el diminutivo y el consecuente título de la hierba perenne. Crece en lugares secos y arenosos, como las montañas, aunque igualmente puede cultivarse en jardines.
Su principal uso se destina a la alimentación, ya que es muy baja en calorías y puede ingerirse sin problemas. Además, contiene pequeñas dosis de calcio, magnesio, fósforo y vitaminas como la B1 y la B2.
Por todo ello, tiene un fuerte poder calmante, por lo que sus propiedades están relacionadas con terapias curativas. A todo esto se suma la capacidad que posee para descongestionar las vías respiratorias, por lo que es recomendable utilizarlo como auxiliar en nuestros tratamientos para gripe, catarro o resfriado.
Otros usos que no sabías, todos dentro del arco de la medicina, es que puede utilizarse como antiinflamatorio, puesto que ayuda a la cicatrización de la piel y demás casos antisépticos.
La gran pregunta: ¿por qué ayuda a combatir el dolor de tripa?
Si conoces la manzanilla, probablemente sea más bien por este último fin: consigue calmar nuestro estómago y rebajar las dolencias asociadas a él. Esto se debe a que es capaz de desinflamar los intestinos. Es por ello que la asociamos al tratamiento de trastornos digestivos, así como a las afecciones de las vías urinarias y dolores menstruales.
Más usos
Más allá de los fines terapéuticos, la manzanilla puede usarse como complemento en nuestras recetas. Por ejemplo, en la preparación de salsas. También puede relacionarse con productos de higiene, tales como cremas o champús. O bien, aplicarse de forma externa como paliativo al dolor de cabeza. Son multitud de propiedades las que definen a esta plantita.