No es sorpresa para nadie: septiembre está rozándonos los talones. Pero esto no tiene por qué ser algo malo. Os contamos las claves para volver a la rutina de la mejor manera.
Septiembre es el mes por excelencia de los comienzos. Me atrevería a decir que incluso más que enero. Por ello, adaptarse puede resultar complicado, pero todo es cuestión de tiempo. En este artículo te hablamos de algunos consejos para empezar lo mejor posible con esta nueva etapa.
Llegamos al final del verano con mucha resaca postvacacional. Para algunos, habrán sido el descanso que necesitaban, para otros habrá sido una odisea de viajes y disfrute del que necesitan desintoxicarse. En ambos casos e, incluso para aquellos a los que el verano les da igual puesto que su vida permanece igual, queremos hablaros de una serie de consejos para empezar con buen pie.
En primer lugar, lo que más puede verse afectado es la higiene del sueño. Para acostumbrarnos, lo ideal es que días antes vayamos acostándonos un poco antes y, por tanto, levantándonos también un poquito antes. De esta manera, nuestro cuerpo irá habituándose a esos horarios que se han visto perturbados por las vacaciones y las deshoras.
En cuanto a la comida, calma. Con esto debemos primero decir que NO DEBES MARTIRIZARTE. No existe una fórmula ni una dieta que sirva para todo el mundo, ya que son cuestiones muy variables. Si consideras que, durante el verano, tu alimentación ha variado, no es necesario compensar, solo volver de a poco a lo que piensas que te hace mejor. Sin embargo, en ningún caso debes culpabilizarte ni restringir, solo introducir los alimentos que creas que debes implementar en tu menú.
Organizarse es la clave definitiva
Otro de nuestras recomendaciones es que empieces a prepararte para el trabajo o clases, es decir, si compras aquellas cosas o material que sabes que necesitas, entonces comenzarás antes a mentalizarte. Consiste en llegar preparado y organizado. Para ello, es muy útil utilizar una agenda, ya que permite una planificación más exacta. Apunta primero en un papel aparte las tareas que dejaste antes de irte de vacaciones y después organízalas según tu tiempo.
Además, todo este proceso puede ser bastante caótico, así que sé paciente. Puedes probar a meditar o a hacer journaling para entrar en este periodo de la mejor manera posible. Recuerda que los cambios siempre son complicados y que no se llama resaca postvacacional por nada. ¡Descansa del descanso!