Incluir determinados alimentos en nuestra dieta diaria puede potenciar nuestra felicidad y estado de ánimo. Te contamos cuáles son.
Somos lo que comemos y lo que comemos afecta a nuestro estado emocional. Según los expertos, nuestra alimentación influye, no solo en nuestro bienestar físico, sino también en nuestras emociones y en cómo nos sentimos.
Se acerca el final del verano y con él muchos situaciones que nos entristecen. La vuelta al cole o al trabajo, los días más cortos, la bajada de temperaturas, los cielos nublados, las primeras hojas del otoño. En definitiva, muchos cambios que nos alteran emocionalmente y nos deprimen. Si en medio de todo esto decides recurrir a los ultraprocesados para sentirte mejor, deberías saber que son los que menos te convienen a nivel mental.
No obstante, existen otros alimentos que pueden tener un impacto positivo en tu día a día e incluso potenciar tu felicidad. Te contamos los cinco principales.
Frutas con vitamina C: además de mejorar nuestro sistema inmunitario, son una gran herramienta para combatir los efectos del estrés. Los alimentos ricos en esta vitamina C actúan como potentes estabilizadores del estado de ánimo y entre todos destacamos el grupo de las frutas que son una importante fuente de antioxidantes. Algunos como las fresas, naranjas, mandarinas, pomelos, kiwis o papaya.
Las nueces: los frutos secos en general nos protegen del estrés psicológico y físico. Los fitoesteroles que contienen juegan un papel importante en la salud cardiovascular y por tanto en el estrés. En concreto las nueces contienen un gran nivel de triptófano, un aminoácido que facilita la producción de serotonina.
El chocolate: este alimento libera dopamina y por tanto otros neuroquímicos relacionados con el placer como las endorfinas, la serotonina y la feniletilamina. Eso sí, es importante consumirlo de forma moderada y siempre aquellos con un alto porcentaje de cacao, lo recomendable es a partir del 80% – 85%.
El pescado: se ha demostrado que la falta de omega-3 influye negativamente en nuestra estabilidad emocional. Estos ácidos grasos son esenciales para nuestra salud ya que protegen el corazón, favorecen el rendimiento y ayudan a reducir la depresión y el estrés. Los pescados con más omega-3 son: el salmón, la sardina, la caballa, el bacalao, la trucha o el atún.
Verduras de hoja verde: este tipo de verduras suele tener mucho ácido fólico y vitamina B9. Lo que ayuda a que las células del cerebro funcionen de manera óptima. Consumir diariamente vegetales como el brócoli, la zanahoria, las coles o las espinacas aportan nutrientes como el magnesio y el zinc que mejoran la relajación, disminuyen la ansiedad y equilibran el sistema nervioso.
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