La escritura es una herramienta perfecta combatir las dificultades para dormir, según los expertos
Aparcas el coche. Subes pesadamente los pocos escalones que te separan de tu piso. Apenas hay una docena pero a ti se te antojan centenares. Introduces la llave en la cerradura. No, esa no, esa es la del buzón, es esta otra… Por fin llegas a casa. Arrojas las llaves al cuenco del recibidor y te dejas caer sobre el sofá. ¡Vaya día! Parecía que nunca iba a acabar. Tienes la sensación de que llevas despierto demasiado tiempo, mucho más del necesario.
Te levantas para ir a la cocina. Podías preparar algo rápido de cena, pero la palabra preparar ya implica un mínimo esfuerzo y tú no estás muy por la labor. Coges unos blísteres de embutido y unas cuantas rebanadas de pan de molde y las engulles al mismo tiempo mientras enciendes la tele.
Haces zapping de forma mecánica. En realidad ni siquiera te fijas en la programación de cada canal, simplemente tienes la vista fija en la nada. Finalmente, te detienes en una película de acción barata. Tal vez ofrezca la distracción necesaria antes de acostarte. Pero, media hora después, te abalanzas sobre el lecho y descubres que, en efecto, no puedes dormir.
Para este tipo de situaciones, un estudio alaba las propiedades terapéuticas de la escritura. Los expertos recomiendan una media hora de escritura liberadora en un diario íntimo, por ejemplo. Volcar los sucesos del día en una documento de texto puede ser increíblemente útil para despejar la mente e ir a la cama sin rastro de estrés.
También se recomienda confeccionar una lista de las tareas que debemos completar al día siguiente y, al contrario, es decir, una lista de las tareas que sí hemos logrado completar en el día en el que escribimos.
Para combatir la depresión
Si se sufren trastornos mentales como la depresión, varios estudios han aconsejado añadir a los ejercicios anteriores uno más. Una nueva lista que contenga aquellas cosas por las que mostramos gratitud. Cuanto más extensa sea, más tiempo estará nuestra mente libre de otras preocupaciones que la atenacen normalmente.
A este ejercicio se puede sumar una lista más que recoja aquellos logros personales de los que nos sentimos orgullosos. Todo pequeño logro es bienvenido, lo importante es acostumbrarse a confeccionar las listas de cuando en cuando y, a largo plazo, llegaremos a sentirnos mejor con nosotros mismos.