Los expertos señalan que solo pueden saber dónde hay probabilidad de que se produzcan estos terremotos de tanta magnitud.
Cada año, se registran más de 200.000 terremotos en nuestro planeta, aunque, según las estimaciones, se producen varios millones. Muchos pasan inadvertidos porque son demasiado leves para que podamos sentirlos, o porque ocurren en zonas remotas que no están monitorizadas.
Otros, el que sacudió este viernes Marruecos, causan numerosas víctimas fatales y derriban edificios enteros. Construir casas y edificios a prueba de seísmos es, obviamente, la mejor estrategia para evitar tanto pérdidas humanas como materiales. Evacuar con antelación las zonas que se verán afectadas, como en el caso de un huracán, también contribuiría en este sentido.
La mayoría de los terremotos se producen por la liberación repentina de la tensión en la corteza terrestre. Esta tensión se va acumulando gradualmente debido a los movimientos tectónicos, normalmente a lo largo de una falla geológica. Pero resulta imposible predecir cuándo ocurrirá, básicamente por la forma en que se libera ese estrés.
Terremotos como el de Marruecos no se pueden saber
Lo que sí al menos pueden saber los expertos es dónde hay probabilidades de que se produzca un terremoto de gran intensidad, ya que estos tienen relación con el tamaño de la falla. No obstante, esto no contribuye a predecir cuál será la intensidad de un terremoto, ya que la presión puede ser liberada en una serie de sismos pequeños o en un terremoto grande.
Los seísmos no tienen nada que ver con el estado del tiempo y ciertamente no hay una conexión con el cambio climático. Hay documentos desde hace tiempo de cómo algunos animales muestran un comportamiento distinto ante la inminencia de un terremoto.
Se dice que los perros ladran más o que los animales están más ruidosos en general. Esto se debe a que cuando hay un terremoto grande a gran distancia, este provoca distintas ondas que viajan a través de la tierra. Las primeras son muy pequeñas, no hacen daño, y muchas veces ni siquiera las percibimos, pero sí los animales, según algunas investigaciones.
Los equipos de rescate desplazados a Marruecos se enfrentan a una ardua labor de rescate para localizar y salvar a posibles supervivientes tras el terremoto de 6,8 que la noche del viernes sacudió el sur del país. La cifra de muertos asciende a 2.681 según el balance provisional, el peor terremoto en la historia reciente del país. El difícil acceso por carretera a las zonas afectadas, donde abundan edificios endebles hechos de adobe, reduce las posibilidades de encontrar a personas vivas bajo los escombros.