Si al despertarte por la mañana haces estos sencillos ejercicios de estiramientos afrontarás el día con más energía y menos tensiones.
Despertarse por la mañana y afrontar el día con energía y positividad es sin duda la parte más difícil del día. Sin embargo, toca desperezarse y hacer un esfuerzo por levantarse y encarar la rutina que nos lleva hasta la oficina. Pero no desesperes, porque para hacerte más a menas las mañanas te traemos tres sencillos ejercicios para hacer nada más salir de la cama.
Hay muchas razones por las que nos cuesta salir de la cama, pero todas ellas tienen solución. Para que no empieces el día deprimido y sin fuerzas, puedes establecerte una rutina de estiramientos que te ayudarán a afrontar gran parte de tu jornada.
Tres ejercicios para afrontar tus mañanas con más energía
Lo primero que debes saber y hacer es establecerte una rutina, para ello es recomendable que te acuestes y te despiertes siempre a la misma hora, intentando dormir alrededor de 7 u 8 horas. Nuestro reloj biológico necesita consistencia para trabajar correctamente, y los horarios alterados hacen que se confunda. Si consigues despertarte al mismo tiempo, tu propio cuerpo te indicará cuál es el mejor momento para ir a la cama.
En primer lugar, debes relajar tus cervicales. Para ello coge aire y apoya las manos justo por debajo de la clavícula. Primero haz tres respiraciones profundas. Siente con las manos cómo hinchas tu pecho, inhalando por la nariz, y suelta el aire por la boca despacio.
Después, vuelve a hacer esta respiración y en cada una de ellas lleva la cabeza primera hacia un hombro y luego hacia el otro.
Después toca trabajar la parte alta para desbloquearla. Haz movimientos de arriba a abajo como si asintieras con tu cabeza, llevando la barbilla al pecho y volviendo a la posición vertical (no lleves la cabeza hacia atrás). Hazlo despacio. Sigue con movimientos lentos de negación. Por último con la mirada al frente lleva los hombros hacia las orejas a la vez que inhalas, aguanta unos segundos y suelta el aire y los hombros de una vez. Repite 3 veces.
Y por último, relaja tu cuello y hombros. Coloca las manos por detrás de la cabeza y lleva la cabeza hacia delante presionando suavemente con las manos. Vuelve a la posición inicial y repite 4 veces.
Todos estos ejercicios puedes hacerlo nada más levantarte, pero también es una buena opción para ir haciendo a lo largo del día en la oficina o cuando tengas unos minutos en cualquier sitio.