En España, tres millones de hombres padecen problemas de próstata. Los especialistas resaltan que es muy importante la detección a tiempo.
Hay una encuesta realizada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) que enciende una alarma preocupante con la información recolectada: el 69,5% de los hombres declararon haber sufrido alguno de los síntomas asociados con la próstata, pero, sin embargo, apenas el 31,8% fue a visitar al urólogo. Algo está fallando…
Si desglosamos los números, la alarma suena más fuerte. Los especialistas en urología estiman que en España existen tres millones de hombres que sufren problemas de salud prostática, pero apenas unos 900 mil han consultado con su médico y reciben tratamiento. Este dato no es menor y no se debe soslayar, ya que en estos casos se sabe que es clave un rápido diagnóstico para pelear contra una posible enfermedad.
Los síntomas que avisan un posible problema en la próstata
Primero hay que conocer en qué consiste la hiperplasia benigna de próstata, más conocida como “problemas de próstata”. Es una enfermedad que aparece sobre todo en los hombres, un agrandamiento no canceroso de la glándula prostática que afecta, en la mayoría de los casos, a partir de los 50 años y se hace muy común a partir de los 70. Ojo, que sea común no quita preocupación, por supuesto.
Los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata son varios porque pueden estar relacionados con el llenado de la vejiga, con el vaciado o con molestias después de orinar. ¿Cuáles son los síntomas más comunes? Anotar: interrupciones en el flujo de orina, dificultad para iniciar la micción, goteo después de orinar, necesidad urgente de orinar, flujo de orina débil, sensación de que la vejiga sigue llena después de orinar y orinar con mucha frecuencia, sobre todo por la noche.
Los problemas de próstata, a su vez, pueden hacer aparecer otras patologías que no son nada agradables: incontinencia urinaria, piedras en la vejiga, infecciones de orina e insuficiencia renal.
Por otra parte, hay que tener en cuenta algunos factores de riesgo de la hiperplasia benigna de próstata, que son, en definitiva, simples pistas para la detección de este tipo de enfermedad: la edad o el envejecimiento, los antecedentes familiares en problemas de salud prostática, la obesidad, y enfermedades crónicas como diabetes y cardiopatías.