Las denuncias sobre la minería de oro y la tala son las causantes de muchas amenazas, agresiones y asesinatos
Al menos 177 activistas medioambientales fueron asesinados en todo el mundo el año pasado, según sugiere un informe de la organización no gubernamental Global Witness.
Sesenta de los asesinatos tuvieron lugar en Colombia, lo que lo convierte en el país más mortífero para los defensores del medio ambiente. Global Witness dice que muy pocos de los perpetradores de los asesinatos son llevados ante la justicia.
El grupo de presión sostiene que la impunidad de la que disfrutan los asesinos está alimentando más violencia. El número de ataques mortales contra defensores del medio ambiente en Colombia casi se duplicó en 2022. En su informe asegura que el número total de personas asesinadas en el país desde que comenzó a registrar datos sobre ataques a ambientalistas en 2012 ascendió a al menos 382.
Son muchos los asesinatos hacia este colectivo
Si bien, eso lo convierte en el país con el mayor número de asesinatos de activistas verdes en todo el mundo. Otros países de América Latina también resultaron mortales. Es el caso por ejemplo de Brasil que registró 34 asesinatos de defensores del medio ambiente. Igualmente, México con 31 muertes y Honduras 11 asesinatos.
En la región amazónica se produjeron 39 asesinatos, muchas de las víctimas pertenecían a comunidades indígenas. Según el informe, estas personas se enfrentan a una serie de amenazas derivadas de actividades que incluyen la minería de oro y la tala. Se dice que varias empresas con sede en el Reino Unido, la UE y los EE. UU. han estado vinculadas a violaciones de derechos humanos.
«Las investigaciones han demostrado una y otra vez que los pueblos indígenas son los mejores guardianes de los bosques y, por lo tanto, desempeñan un papel fundamental en la mitigación de la crisis climática«, afirmó la asesora principal de Global Witness, Laura Furones. «Sin embargo, están bajo asedio en países como Brasil, Perú y Venezuela por hacer precisamente eso. Oímos hablar de nuevos ataques todos los días».
Aparte de América Latina, en Filipinas fueron asesinados 11 activistas medioambientales. Global Witness dijo que se desconocía la escala total de los asesinatos, y que la falta de monitoreo independiente y las restricciones a la libertad de prensa en muchos países llevaron a que los casos no se denunciaran. Han pedido a los gobiernos de todo el mundo que aborden urgentemente la cuestión y agregaron que los defensores también están siendo sometidos cada vez más a esfuerzos legales para silenciarlos.