El picor de garganta es uno de los síntomas más habituales. A continuación detallamos las mejores recetas para combatirlo
Abres los ojos. te enderezas en la cama. Te destapas y apoyas ambos pies en en suelo. Haces crujir las lumbares y te frotas los ojos hasta expulsar algunas legañas. Atraviesas el pasillo arrastrando los pies hasta la cocina, dispuesto a preparar algo de desayuno. O, pensándolo, tal vez baste con un plátano y un café.
Pero, de repente, notas una sensación extraña en la garganta, como un hormigueo que asciende por el esófago y se detiene en la parte superior de la garganta. Cuando quieres descubrir de qué se trata, un acceso de tos ha interrumpido tus pensamientos. ¿Qué hacer en esta situación?
El primer remedio que recomendamos desde dieta.com es tan sencillo como mantenerse hidratado, preferiblemente con agua del tiempo. Si la mayor parte de día la vamos a invertir en casa, es recomendable tener siempre a nuestro lado una botella o vaso de agua que podamos rellenar una vez se acabe. De esta forma, si empezamos a beber una vez empezada la mañana, podremos haber ingerido los dos litros pertinentes incluso antes del mediodía.
La segunda opción pasa por ingerir una cucharada rebosante de miel o de aceite de oliva antes de tomar el desayuno. La miel puede adquirirse en tarros y la mejor alternativa suele ser comprarla en la farmacia, puesto que la que se oferta en los supermercados suele contener altas dosis de azúcar refinado que lastran sus componentes saludables.
La tercera opción pasa por sustituir la miel o el aceite por una solución preparada de antemano que contenga cebolla y ajo. También se puede optar por usar regaliz terapéutico.
Las gárgaras
Finalmente, la mayoría de expertos recomiendan hacer gárgaras con agua tibia varias veces al día. Basta con que se mezcle el agua con sal y se le aplique un golpe de calor en el microondas escasos segundos sin excederse. Posteriormente se mantiene el agua en la boca durante aproximadamente treinta segundos antes de escupirse.
Las gárgaras pueden aliviar el picor de garganta y prevenir la aparición de mucosa en el esófago, así como al aparición de otros síntomas propios del resfriado como la diarrea, la fiebre o incluso la lesión de las cuerdas vocales.