Uno de los alimentos más básicos y versátiles de la dieta mediterránea es la patata por todas las posibilidades que nos ofrece.
Las patatas nos ofrecen distintas formas de cocinarla, elaborando platos muy variados y diferentes acompañamientos que podemos encontrar en guisos, tapas, entrantes o platos principales.
De todas las formas que existen para cocinar y utilizar este ingrediente hay numerosos gustos, hay quien las prefiere prácticamente al dente y a quién le gustan prácticamente hechas un pure. En ocasiones, dependiendo del plato que se esta realizando la preparación del tubérculo puede variar notablemente.
Pero, de todas las posibilidades distintas que nos ofrece este tubérculo su principal punto a favor es la sencillez, sobre todo de la patata cocida; esta versión de la patata consiste simplemente en poner una buena cantidad de agua a hervir y tirar la patata hasta que quede blanda.
En los últimos años las patatas cocidas, en cualquiera de sus variedades ha sido una de las alternativas más saludables y conocidas para consumir patatas. Una opción muy alejada de la opción hipercalórica de las patatas fritas.
Los médicos piden eliminar las patatas cocidas
El periódico El Español, ha publicado un reportaje del catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra explica que solemos pelar las patatas y, al hacerlo, eliminamos la mayor parte de la vitamina C que contienen y con ello toda la fibra y otros nutrientes.
Y considera que son tres los argumentos a tener en cuenta para desechar las patatas, aunque sean cocidas, de nuestra dieta. Por un lado, debemos reconocer que no son verduras y que tienen más en común con el pan y la pasta. Además, las patatas tienen un índice glucémico muy alto, lo que significa que afectan negativamente a la diabetes, y contienen muy poca fibra y proteínas, nutrientes necesarios en nuestra dieta. El último motivo importante para descartar las patatas como una opción en su escasa capacidad saciante, por lo que tampoco nos ayudan a restringir la cantidad de calorías que consumimos reduciendo el hambre que tenemos.
Estos son algunos de las razones por la que algunos médicos recomiendan reducir o eliminar el uso de las patatas, incluso de su variedad más saludable como las patatas asadas. Sin duda, algo que deberíamos tener en cuenta a la hora de configurar nuestra dieta.