Los problemas con el gluten a menudo son silenciosos y no se detectan, pero esta proteína puede afectar a la digestión.
Los síntomas pueden variar o ser leves y las personas no asocian sus síntomas con la ingesta de alimentos con esta proteína.
El gluten puede afectar la digestión. Esta proteína puede desencadenar una respuesta inmunológica en el intestino delgado. Esto provoca inflamación y daño en las vellosidades intestinales. También dificulta la absorción adecuada de nutrientes y causa síntomas como diarrea, dolor abdominal y fatiga.
Sin embargo, es un tema silencioso. Para muchos, los síntomas pueden ser leves o cambiantes. Esto provoca que las personas no asocien directamente sus malestares con el consumo de gluten. Esto a menudo lleva a retrasos en el diagnóstico y puede generar confusión sobre las causas de los problemas digestivos.
Diferentes grados: sensibilidad, alergia y enfermedad
El gluten es una proteína compleja que se encuentra en cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Cuando se consume, el sistema digestivo comienza a descomponerlo en sus componentes básicos a través de la acción de enzimas digestivas.
Los problemas derivados de no tolerar bien el gluten tienen tres intensidades diferentes. Las personas con una enfermedad celíaca tienen una intolerancia grave al gluten. Cuando consumen gluten, el sistema inmunológico responde atacando el revestimiento del intestino delgado. Esto provoca una inflamación, y puede llevar a problemas digestivos crónicos y deficiencias nutricionales. La única forma de tratar la enfermedad celíaca es llevar una dieta estricta sin gluten.
Las personas que tienen sensibilidad al gluten experimentan síntomas similares a los de la enfermedad celíaca cuando consumen gluten, pero sin tener la respuesta autoinmune del cuerpo. Aunque no hay una prueba definitiva para esta condición, se diagnostica a través de la exclusión de la enfermedad celíaca y la alergia al trigo.
Algunas personas tienen una respuesta inmunológica con el trigo, que puede desencadenar síntomas como urticaria, dificultad para respirar e incluso tener un choque anafiláctico. A diferencia de la enfermedad celíaca, la alergia al trigo no implica una reacción inmunológica contra el propio cuerpo al gluten, sino una reacción inmunológica a las proteínas específicas del trigo.
La mayoría de las personas tienen una tolerancia normal al gluten. Esto significa que pueden consumir alimentos que contienen esta proteína sin experimentar problemas digestivos o de salud relacionados. Es esencial que las personas que experimentan problemas con el gluten busquen un diagnóstico adecuado y sigan las pautas dietéticas recomendadas por un profesional de la salud.