Como tantas otras plantas medicinales, el té verde podría ser una pieza importante para retrasar la vejez en las personas.
No hay milagros absolutos en esta vida: cada año que pasa, somos un poco más viejos. Es así como marca la biología, como marca la experiencia, y no se discute. Sin embargo, sí parece haber técnicas para retrasar esa vejez o, por lo menos, para que no se manifieste tan temprano.
El té verde, últimamente, está siendo muy elogiado por distintos especialistas que intentan remarcar siempre dos características que parecen contrapuestas, pero no lo son. La primera: la importancia de las plantas medicinales, un reservorio de muchos medicamentos. La segunda: no todo lo que se coge de la naturaleza es productivo.
¿Por qué habría que consumir más té verde?
En una entrevista con el medio El Español, el profesor Francisco J. González Minero (Huelva, 1966), quien da clases de Botánica y es profesor en la Universidad de Sevilla, resalta el uso de las plantas medicinales con un ejemplo claro al afirmar que la tan famosa aspirina proviene de la corteza del sauce blanco.
González Minero, en esta misma nota, subraya también lo productivo que es el té verde. Y lo hace con un ejemplo personal: “En mi armario tengo las estomacales para hacer bien las digestiones. También los laxantes, porque hay que ir bien al cuarto de baño todos los días para no producir tóxicos. También tengo aloe vera para las heridas. Y té verde, que tiene muchos polifenoles, que sirven para retrasar el envejecimiento”.
Por otra parte, el profesional no le escapa a la discusión de los que afirman que las plantas medicinales son como una pseudoterapia. “Lo puedo llegar a entender, suenan como un remedio de pueblo. Pero es porque existe un desconocimiento científico y farmacéutico. Además, las farmacéuticas no son una ONG. Un medicamento de síntesis vale mucho dinero producirlo, hay mucha investigación detrás. Y claro, van a venir plantitas que te hagan más o menos lo mismo. Luego también están los herbolarios, donde hay mucho fraude porque no te están dispensando la planta correcta ni tampoco conocen sus efectos secundarios”, remarca el andaluz.
Y agrega para este debate que no es viejo, pero que sí estaba escondido y de a poco vuelve a salir a la luz: “Para trabajar en un herbolario no necesitas estar graduado en Farmacia y, además, los productos no están sometidos a los controles sanitarios. Lo que sucede es que de unos años para acá la Seguridad Social ha eliminado un montón de plantas medicinales que tenían una acción terapéutica comprobada… La medicina occidental ha encontrado la forma de conseguir fármacos sin recurrir a las plantas. En España se quiere un efecto inmediato, acción-reacción, como es este país”.