¿Quieres aprender a hacer las mejores rosquillas? Toma nota y sigue paso a paso esta receta y dejarás boquiabiertos a todos tus invitados.
Son muchas las recetas de rosquillas que puedes encontrar por internet, pero ten claro que como esta, ninguna. Una receta tradicional donde las haya de la que, sobre todo, no te arrepentirás porque están buenísimas.
Ingredientes
Con los siguientes ingredientes, y dependiendo de lo grandes que quieras hacer las rosquillas, podrás hacer en torno a 30 unidades.
– Tres huevos tamaño M.
– 250 ml leche entera.
– 250 gr de azúcar.
– 200 ml de aceite de oliva virgen extra.
– 24 gr de levadura de repostería.
– 30 ml de orujo o anís (una copa pequeña).
– Un kilo de harina.
Pasos a seguir
Ahora llega el momento clave: su preparación. Verás qué fácil es hacer estas rosquillas tan deliciosas. ¡Vamos a ello!
- Batimos bien los huevos y después añadimos el azúcar. Removemos todo bien hasta que no haya ningún grumo.
- Tamiza la harina junto con la levadura para que quede más fina y suave, y lo mezclamos junto con los huevos y el azúcar mezclado previamente. La cantidad de harina dependerá mucho del tipo que usemos.
- A continuación, añadimos el resto de ingredientes, mezclando bien entre uno y otro para que se junten todos. Sabremos que la masa estará lista cuando una vez mezclemos bien los ingredientes, la masa no se nos pegue en las manos.
- Dejaremos reposar la masa una media hora, en un bol lo suficientemente grande para que aumente su tamaño, y lo taparemos con un trapo limpio.
- Una vez transcurrido el tiempo de reposo, tomaremos porciones de la masa y las estiraremos alargándolas. Asimismo, uniremos los extremos, presionando bien para que no se abran al freírlas. Es muy importante que también hagamos unas “pequeñas” rajas a los lados de las rosquillas, porque nos ayudará a que se frían bien por dentro y no se queden crudas.
- Calentamos abundante aceite, y a fuego medio freímos las rosquillas; con mucho cuidado de que no se quemen. Vamos friendo un lado hasta que esté doradito y le damos la vuelta, y hacemos lo mismo con todas las rosquillas.
- Retiramos las rosquillas a un papel absorbente.
- Rebozamos o espolvoreamos de azúcar, al gusto.
Un consejo que te servirá para conservarlas durante más tiempo es envolverlas una a una en papel film cuando estén frías; así podrás disfrutarlas durante unos 10 días.
Veréis en estas rosquillas un postre fácil y delicioso, ya sea para acompañarlas con un café o un té, o incluso tomándolas solas. Una receta de toda la vida que seguro te encantará. ¡Están buenísimas!