España desperdicia un total de 7,7 toneladas de alimentos. La economía, la hambruna y el cambio climático sufren este desperdicio de alimentos
El gesto más habitual al ver un alimento caducado o con mal aspecto en la cocina de casa o en la de un restaurante es tirarlo a la basura. Pero ¿se ha parado a pensar en cuál es la consecuencia del desperdicio de alimentos en España y en el mundo?
Más de 2.500 millones de toneladas de alimentos se tiran cada año en todo el mundo, de las cuales 7,7 millones de toneladas de desperdicio provienen de España.
Este desperdicio de alimentos “no solo representa una pérdida económica de 1,2 billones de dólares, sino que también afecta a la hambruna de 828 millones de personas en el mundo y contribuye al cambio climático debido a las emisiones de gases de efecto invernadero”, aseguró Marie Linströmm directora en España de Good to Go tras una entrevista con EFE.
El desperdicio de alimentos afecta al cambio climático
Desde Bruselas se intenta encontrar una solución para minimizar el número de alimentos que se vierten en un 30% per cápita en supermercados, bares, restaurantes y hogares, además de un 10 % adicional en el ámbito de la manufactura y el procesado, detalla la experta. “Si se hubiera aprobado, nos hubiéramos posicionado como el tercer país de la Unión Europea que aprueba una normativa a nivel nacional que implica y marca la dirección a seguir para todos los operadores y actores de la cadena de valor. Ahora, con los objetivos propuestos por la UE, se torna más importante que nunca luchar para que todos los esfuerzos puestos en esta ley no queden en el olvido”, añade.
La mayoría de la ingesta de alimentos y bebidas se produce en el ámbito doméstico, ya que representa el 87,2% en volumen, frente al 12,8% restante que corresponde a establecimientos de restauración, especialmente con familiares y amigos.
Más de dos tercios del gasto (68,6 %) se realiza para llenar la nevera y la despensa de casa. En 2022, el consumo per cápita (698,5 kilos/litros por persona y año) se mantuvo por debajo del registrado en los tres años anteriores, mientras que el gasto per cápita por la compra de alimentos y bebidas (2.582 euros por persona y año) creció respecto a 2021 y 2020 pero se mantuvo aún por debajo de los niveles de 2019.
En un contexto de subida de los precios de los alimentos y de la energía y la amenaza del cambio climático para el bienestar de la humanidad y la salud del planeta, la reducción del desperdicio de alimentos en España es más necesaria que nunca, tanto en los hogares como en el sector de la restauración.
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