Existen diferentes alternativas buenas y baratas para sustituir el aceite de oliva a la hora de cocinar. Ya sea para bajar el precio de la compra diaria o por la facilidad de oxidación de este.
En España el aceite de oliva es un elemento fundamental en las cocinas, pero para nadie pasa desapercibido el precio del aceite de oliva que ha pasado de 6,91 euros a comienzos de enero a 10,34 euros a inicios de septiembre. Y en un elemento tan utilizado no es de extrañar que cada vez más familias busquen alternativas baratas y saludables.
Una de las principales alternativas por la que optan los españoles es el aceite de girasol. Y, aunque sin duda el aceite de oliva virgen extra cuenta con las grasas más saludables, esta otra opción no supone un peligro para nuestra salud, aunque como con cualquier elemento es primordial no abusar de él.
Tal y como ha explicado la Fundación Española de la Nutrición las grasas de aceite de girasol provienen de las semillas de girasol, fuente de nutrientes y sustancias no nutritivas. Por lo que, en general este aceite de girasol se recomienda para freír alimentos sometidos a altas temperaturas, mientras que el de oliva puede ser utilizado simplemente como aderezo en crudo para ensaladas y comidas, pero no en el uso de frituras.
Otras alternativas que debemos tener en cuenta, son los aceites ricos en grasas insaturadas son el de colza, un aceite muy poco utilizado en España después del envenenamiento masivo de los años 80 por la venta ambulante del aceite de colza. Pero, en la actualidad, con el control alimenticio es un aceite que sí es adecuado para el consumo humano. Por lo que se convierte en otra alternativa para el aceite de oliva.
Aunque también hay aceites que debemos evitar
Existen aceites como el de coco que no es muy recomendable debido a sus grasas saturadas. Aunque, sin embargo, están empezando a aparecer algunos estudios que han empezado a señalar que no tiene un efecto tan negativo para la salud como se creía. Aunque su consumo se aconseja con moderación.
Los que si se recomienda evitar en la medida de lo posible son el aceite vegetal, ya que en algunos casos incluye aceite de palma; o la margarina, el aceite de maíz, el aceite de soja hidrogenado y la mantequilla.
Sin duda, el aceite de oliva siempre será la mejor opción para cocinar. El empleo de aceite de oliva en la cocina mediterránea es fundamental. Los nutricionistas recomiendan su utilización por encima de cualquier otro aceite vegetal, pero su precio es la principal adversidad de este producto.