La isla de Buda es el humedal mejor conservado de Cataluña y de todo el Mediterráneo Peninsular pero corre un gran peligro
Es la isla más grande de Cataluña, pero nadie la conoce pese a estar en un lugar emblemático como es el Delta del Ebro (Tarragona). Se llama Buda y es una isla marítima fluvial que conforma uno de los humedales mejor conservados de España. Pero está en peligro de desaparecer debido al cambio climático y a la acumulación de sedimentos de los embalses. Lo explica Guillermo Borés, el dueño de la mitad de la isla. La otra parte corresponde al Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat.
Pero esta playa salvaje no es lo único que sorprende de esta isla. A través de un largo camino de tierra, rodeado de arrozales y alguna laguna con flamencos y caballos, se accede a la masía de Isla de Buda.
El siglo XVIII vio el inicio de la formación de la isla. Se expandió significativamente en un período de 200 años, pasando de 30 a tener más de 5.000 jornales a principios del siglo XX. La isla comenzó a retroceder rápidamente en 1950 y ha continuado haciéndolo hasta ahora. La mejor forma de conocer la isla de Buda es a través del turismo rural, con alojamientos privados con capacidad para entre 15 y 26 personas en el interior de la isla.
La isla de Buda está en peligro de extinción
La masía, que sirve como estructura principal dentro de la isla, es la masía más antigua de todo el Delta. Fue construido en estilo valenciano a finales del siglo XIX para albergar a los colonos y lugareños que trabajaban los arrozales.
La masía ha sido reformada, convirtiéndola en una de las mejores casas rurales del Delta en estos momentos y la mejor manera de explorar el interior de la Isla. No debes perderte la Masía Isla de Buda.
Rápidamente podrás ver que la isla de Buda es única en toda la región si alguna vez has estado allí. Su infraestructura física, incluyendo sus estructuras, viviendas y fincas rurales. Cualquier infraestructura interior tiene al menos entre 60 y 70 años, lo que permite ver cómo eran las casas más antiguas cuando los colonos originales de esta región vivían allí.
Los campos de arroz, sus caminos naturales, los bosques de ribera, las lagunas, los calaixos… Todo el paisaje natural que encontramos en la isla de Buda nos hace recordar cómo se vivía y cómo se trabajaba en esos tiempos, pero está en peligro por el cambio climático.
En la isla podemos encontrar una gran variedad de tipos de aves salvajes que habitan en este territorio natural, aunque también nos podemos encontrar unos fantásticos caballos muy singulares provenientes del Delta de la Camarga (La Camargue).