Las cadenas alimenticias abusan del sustitutivo del azúcar, y puede llegar a ser perjudicial para el organismo.
El maltitol es un edulcorante que se utiliza para sustituir a la sacarosa, también conocido con el nombre de azúcar blanca. Los diabéticos recurren mucho a este aditivo, y también es muy frecuente su uso para la elaboración de pasteles sin azúcar.
La principal diferencia entre el azúcar de mesa y el maltitol, es que este último aporta la mitad de calorías. Procede de la hidrogenación de la maltosa, obtenida del almidón, y en comparación con otros edulcorantes es de los más aptos porque no incluye una mezcla.
Entre sus beneficios también se incluye que endulza muchos alimentos, y en el hígado supone un alivio que no se acumule tanta grasa. Para los diabéticos, la respuesta glucémica que tiene el maltitol es menor, y los niveles de glucosa en la sangre se elevan más lentamente. Además de ello, no promueve la aparición de caries y enfermedades bucales.
Para saber si un producto contiene maltitol, es necesario saber leer las etiquetas. Suele aparecer en forma de «maltitol» o «jarabe de maltitol». Aunque también puede estar en forma de aditivo y tener una denominación de ‘E 965′.
Efectos perjudiciales del maltitol y alimentos que lo contienen
Hay muchos dulces y pasteles bajos en grasa y calorías que contienen el maltitol, de hecho, cada vez es más habitual encontrarlos en productos fitness, y si los consumidores no son capaces de medir las cantidades que ingieren, su organismo pueden verse perjudicado por el efecto laxante que supone.
En países como Estados Unidos es obligatorio advertir de los efectos secundarios que tiene el maltitol. Dolor de estómago, inflamación abdominal, diarrea, calambres, mareos gases y flatulencias debido a su glucosa.
Y es que el maltitol no es sinónimo a cero, ya que no se digiere completamente y produce un aumento más lento de los niveles de azúcar e insulina en la sangre en comparación con la glucosa, y la sacarosa, es decir, el azúcar de mesa. No deja de ser un carbohidrato, y aporta 2 kcal por cada 100 gramos.
Por lo tanto, es necesario saber regular el uso que debe tomar cada persona de este aditivo. Los niveles de maltitol cambian respecto a la edad. Se estima que los niños no consuman más de 15 gramos al día para que no sufran diarrea. En adultos a partir de los 50 gramos ya se sobrepasaría límite.
El maltitol choca en muchas dietas y puede llegar a ser nocivo en barritas, batidos de proteína, así como en alimentos dulces que son bajos en azúcares y en calorías, pero que ser sustitutivos se tiende a pensar que son aptos. Para evitar riesgos se recomienda priorizar la comida natural, y si se requiere de esta alternativa se debe hacer hacer un uso moderado.