Muchos cometemos este error, pero hoy descubrirás por qué es tan importante no guardar este alimento en la nevera.
En la mayoría de las ocasiones, llegamos de hacer la compra y lo primero que hacemos es guardar todos los alimentos en la nevera para evitar que se pongan malos, incluido el queso. Pues estamos cometiendo un grave error y a continuación descubrirás por qué.
A quién no le gusta un buen queso sudadito, cremoso y con ese olor tan característico. Pues para mantener esas características lo que hay que hacer es no guardarlo dentro de la nevera, sobre todo en los casos en los que tiene un sabor fuerte o curado, como es el caso del “queso viejo”. Este tipo se endurece dentro del frigorífico y el lugar perfecto para preservarlo es una despensa, donde tampoco reciban mucha luz solar, o en una quesera como se hacía antiguamente. Y si tienes un queso ya cortado y no quieres que pierda sus propiedades, lo ideal es echarle un poco de aceite de oliva justo en el corte para que aguante más tiempo y conserve toda su jugosidad.
¿Qué tipo de quesos se pueden guardar en la nevera?
A parte del error de meterlo en el frigorífico, es muy común dejar mucho tiempo el queso envasado al vacío, pero de esta forma no transpirará y se secará. Además, nunca debes conservar este tipo de quesos en envases cerrados o envolverlos en papel de aluminio. Un papel perfecto para guardarlo es el de horno, al no quedar pegado a él, el queso transpirará.
En el caso de los quesos frescos, como la mozzarella o la ricota, lo recomendable es todo lo contrario. Estos sí se conservan mucho mejor en la nevera y deben mantenerse a una temperatura de unos 4 grados. Tienen que guardarse correctamente, en un envase bien cerrado, o en papel film o de aluminio. Así podrán permanecer en óptimas condiciones para su consumo, que puede ser de hasta 12 días. Y cuando vayas a consumirlo, lo mejor es que lo saques una media hora antes, para que no esté tan frío y tenga más sabor.
Finalmente, otro detalle a tener en cuenta también es no congelar el queso, por nada del mundo. Jamás debes guardarlo en el congelador, porque perderá todo el sabor. Es cierto que existen algunos tipos de quesos, como el gouda, que si se pueden congelar, pero no es aconsejable tampoco por lo que hemos comentado anteriormente sobre el sabor.