Lejos de ser un buen aislante, a la hora de cocinar la madera tiene algunos inconvenientes que debemos tener en cuenta si queremos mantener la higiene en la cocina.
La madera es uno de los materiales más utilizados en cocina para fabricar utensilios. Cubiertos, tablas de cortar, espátulas, pinzas, etc. Si visitas la cocina de tus abuelos seguro que está repleta de estos cubiertos. Para probar el sofrito, remover el arroz o cortar el fuet, la madera suele ser la primera opción. No raya la superficie de las cazuelas, da un mejor trato a los alimentos y es un gran aislante. Con lo que no reacciona químicamente con los alimentos ácidos y tiene una alta tolerancia al calor.
Pero, aunque son una tradición culinaria, los expertos recomiendan desecharlos ya que actualmente no son la mejor opción. Y te preguntarás por qué, si nuestros abuelos llevan décadas utilizándolos. Aunque las personas mayores son muy sabías y suelen tener razón, en este caso están muy equivocados. Este material, procedente del olivo, roble o del arce, atrae todo tipo de bacterias y puede causarnos una intoxicación alimentaria.
Por qué debes dejar de usar utensilios de madera en la cocina
Este material orgánico es muy poroso, lo que permite que los restos de alimentos y la humedad se queden dentro de sus diminutos agujeros. Creando un hábitat perfecto para que proliferen una gran variedad de microorganismos patógenos.
Deborah García, química y divulgadora científica, alertó hace ya tiempo en sus redes sociales de los peligros de utilizar madera en la cocina. Especialmente del biofilm. Una capa gelatinosa, brillante y pegajosa que se forma en este material, por la humedad y la falta de limpieza. Estas colonias de bacterias que se forman, son muy difíciles de eliminar y tienen un gran riesgo para la salud.
Las personas pueden llegar a contraer salmonelosis, listeriosis e incluso botulismo. Por tanto, si aparecen en tus utensilios debes tirarlos inmediatamente y substituirlos por otros nuevos. También en las tablas de madera que utilizamos para cortar alimentos, y que generalmente están crudos.
«Es prácticamente imposible destruirlas», advierte García. Y no sirve de nada lavar los utensilios en vinagre o lejía, o meterlos en el lavavajillas. «Ponerlos en el lavaplatos es aún peor. Además, lo normal es que los dejemos ahí más tiempo, con la puerta abierta, mucha humedad y calor. Es un caldo de cultivo estupendo para las bacterias«, explica la científica.
Entonces, ¿cuáles son los mejores materiales para utilizar a la hora de cocinar alimentos? Los expertos coinciden en que que las mejores alternativas son los utensilios de metal, silicona y plástico de polipropileno, ya que son más duraderos y seguros.