La fábula de que el pan engorda se ha extendido a lo largo de los años, una leyenda totalmente errónea cómo vamos a destapar en este artículo.
Ningún alimento nos hace engordar por sí solos más de la cuenta, sino que la combinación entre diferentes productos hace que la carga calórica aumente más de lo debido, lo que repercute en el aumento de peso de cualquier persona, siendo más o menos en función del metabolismo que tenga adquirido cualquier ser humano. Cuando una persona aumenta de peso es porque a su organismo le proporciona más energía de la que necesita. En este sentido, el pan es uno de los alimentos más mencionados cuando una persona sube de peso.
Lo cierto es que cien gramos de pan aporta una doscientas calorías diarias, una proporción muy equilibrada si se tiene en cuenta que el 50% de las calorías deben provenir de hidratos de carbono. En cambio, el pan posee muchos más nutrientes aparte de los hidratos de carbono como las proteínas de origen vegetal, vitaminas del grupo B y minerales como el potasio o el fósforo.
¿Qué engorda más? ¿La miga o la corteza?
Hay personas que apuntan a que la miga engorda más que la corteza porque apuntan a que posee mayor cantidad de harina. Otro de los motivos nace en que la miga puede dar mayor sensación de volumen que la corteza. En cambio, nada más lejos de la realidad.
La miga y la corteza poseen los mismos ingredientes. La única diferencia que existe entre los dos componentes del pan es que la corteza se deshidrata al hornear el pan, mientras que la miga se mantiene hidratada tras pasar por el proceso de horneado. De hecho, si en el pan existiera la misma cantidad de corteza que de miga, la propia corteza tendría más potencia calórica, ya que el agua reduce el potencial energético de cualquier alimento.
¿Cuánto pan se necesita comer a diario?
Una de las grandes incógnitas que tenemos sobre este alimento básico en nuestra dieta diaria es cuál es la proporción de pan que debemos comer día a día. Los expertos dietéticos recomiendan digerir entre 220 y 250 gramos de pan al día, siempre y cuando queden distribuidos en 3-4 comidas al día. No obstante, si te encuentras inmerso en una dieta cuyo objetivo sea perder peso lo recomendable no es comer más de 100 gramos diarios de pan.
Otro de los falsos mitos que existe respecto a su aporte calórico es que el pan blanco tiene mayor cantidad energética que el pan integral, una afirmación categóricamente errónea, ya que es indiferente comer pan blanco o pan integral.
La única diferencia que existe entre el pan blanco y el pan integral es la diferencia que existe entre ambos en cuanto al contenido en fibra, un nutriente del que el pan integral es más rico y lo hace que sea más favorable si nos referimos al tránsito intestinal.