Incluir el picante en tu dieta, con un uso moderado, no solo mejora tu calidad de vida sino que también la alarga
No nos engañemos, el picante buena fama no es que tenga precisamente en cuanto a afecciones del aparato digestivo. El exceso de picante, además de con excesiva continuidad, puede acabar irritando el estómago y provocando problemas. Si no lo tomamos como un vicio, puede tener resultados beneficiosos ya que favorece la formación de los jugos gástricos necesarios en el proceso de la digestión y puede ayudar al mantenimiento de la flora intestinal.
Las características vasodilatadoras de los alimentos picantes pueden auxiliar la ampliación de las vías respiratorias, calmando los síntomas usuales de una gripe. Se cree, además, que la capsaicina podría apresurar la expectoración, proporcionando alivio ante afecciones pulmonares como la bronquitis. Además, en varias investigaciones se ha descubierto que el consumo de capsaicina crea un torrente de endorfinas que pueden hacer que almorzar sea emocionante. La capsaicina es una sustancia oleaginosa. A más capsaicina, más picante. La cantidad de capsaicina que aguanta un alimento se mide en unidades Scoville.
También hay certezas que indican que la capsaicina puede favorecer a dar más saciedad y a optimizar la salud del corazón, el nivel de colesterol, la presión arterial alta, y la diabetes tipo 2. Desde el punto de vista de la microbiota intestinal, la capsaicina podría mejorar su composición con un efecto positivo. También tiene propiedades antiinflamatorias.
Las propiedades del picante prolonga tu vida
El picante también es beneficioso dentro de una dieta por motivos relacionados con su composición, no es tanto por las propiedades del picante para adelgazar, sino por su uso sustitutivo de otros condimentos.
Cuando utilizamos picante, evitamos utilizar un exceso de sal, de aceite y de aderezos muy calóricos, ya que realzamos el sabor de los alimentos sin necesidad de recurrir a otras sustancias que suman calorías al plato o que son poco beneficiosas para la salud.
Entre todos los beneficios que podemos encontrar, el más importante, casi fundamental, es que su ingesta alarga la vida. Según un estudio realizado entre 490.000 personas de entre 30 y 79 años y publicado en el British Medical Journal, concluyó que el riesgo de muerte se reducía de manera directamente proporcional al consumo de picante. A un mayor consumo, menos riesgo.
En 2019, un estudio italiano descubrió que las personas que comían alimentos sazonados con guindillas cuatro veces por semana tenían un menor riesgo de muerte en comparación con aquellos que nunca lo hacían. A su vez, en 2015, una investigación realizada en China llegó a la conclusión de que comer chiles se asocia con un menor riesgo de muerte.