La tostada constituye uno de los desayunos preferidos por la mayoría. Empieza e día con energía con estas opciones saludables
A veces es difícil asumir que ya no tenemos 10 años. Nos levantamos a toda prisa, dispuestos a tener que soportar otro día más de la agotadora jornada laboral. Llegamos a la cocina, la primera parada del día, abrimos la nevera y seleccionamos un cartón de leche. Acto seguido, vertemos la mitad de su contenido en un tazón de grandes dimensiones y lo calentamos en el microondas durante un minuto.
Mientras el aparato hace su función, vamos a uno de los muebles y la miramos con una profunda ternura, con afecto genuino. Sus perfectas dimensiones rectangulares, sus colores chillones para atraer la atención de los niños, su tigre con expresión afable y bonachona haciéndonos un gesto de aprobación… Son los cereales que llevamos consumiendo desde nuestra más tierna infancia, que nos han brindado mañanas de disfrute mientras veíamos distraídamente los dibujos animados en la televisión.
Pero ya no estamos en esa edad. De hecho, estamos muy lejos de volver a tenerla. Pero eso ahora no importa. Coges la caja y dejas que los cereales se zambullan poco a poco en el tazón. Primero unos cuantos soldados solitarios, después un ejército en tropel. Dejamos que el recipiente rebose de ellos y los engullimos mientras rezamos por que el resto de trabajadores no decidan tomar la misma ruta en el coche que nosotros.
Bien, si se pretende poner remedio a esto o si sientes que no llegas a la hora de la comida con apetito suficiente, la opción más saludable, o al menos una de ellas, pasa por una tostada. Su elaboración es bien sencilla, partiendo de que la mayoría de nosotros tiene una barra de pan en su casa. Aunque, en su defecto, también pueden emplearse un par de rebanadas de pan de molde.
Los ingredientes
Los ingredientes más típicos y saludables suelen ser el jamón york sin curar y el tomate. Basta con cortar un tomate por la mitad y restregar el interior sobre la tostada. Después se puede añadir un chorro de aceite de oliva y, finalmente, situar la loncha de jamón york encima de los dos ingredientes anteriores.
También se puede acompañar la tostada de queso fresco, o incluso de aceite y sal. En este último caso, es recomendable vigilar concienzudamente la cantidad de sal, pues esta podría excederse del límite establecido por la OMS, situado en tres gramos de consumo máximo diario.