Si quieres recortar tu gasto calórico y no sabes cómo te ofrecemos un desayuno nutritivo y muy fácil de preparar
En dieta.com seguimos inmersos en nuestra búsqueda incansable para hallar el desayuno perfecto, ese que contenga la menor cantidad de calorías posibles, pero que a la vez no permite que el hambre nos asole una vez pasados dos horas. Tal vez algún estemos lejos de dar con una respuesta que satisfaga esa pregunta, pero, por el momento, vamos con una propuesta nada desdeñable.
Para el primero de los alimentos tan solo necesitaremos una barra de pan y una tostadora. Cortamos aproximadamente un tercio de la barra -o incluso más en función del apetito que tengamos- y pondremos ambas mitades a tostar. Una vez se hayan tostado por los dos lados, agregaremos un chorro de aceite de oliva. Hay que procurar que la cantidad de aceite no sea excesiva, pues de lo contrario eclipsará el resto de sabores que añadiremos.
Después nos haremos con un buen puñado de tomates cherry, de esos pequeños que tienen el tamaño de una pelota de golf. Cortaremos uno de ellos por la mitad y lo restregaremos contra el plan de forma que parte de la superficie se esparza sobre la tostada. A continuación agregaremos una o dos lonchas de jamón york a cada tostada. A ser posible, este debe de estar poco curado para que contenga poca grasa.
Una vez elaboradas las tostadas, el resto de alimentos pueden servir como acompañamiento al gusto del consumidor. Puede optarse por un vaso de zumo de naranja para que el que será suficiente con exprimir dos naranjas. También se recomienda ingerir, después de las tostadas, una pieza de fruta pequeña, como un plátano, un kiwi o n melocotón, dependiendo de la temporada.
El «postre»
Y, por último, toda buena comida debe rematarse con un postre que esté a la altura de las expectativas. En este caso, nuestra recomendación personal pasa por un vaso o taza de leche con miel. Es preciso señalar que la leche debe ser lo más desnatada posible para evitar un gasto calórico excesivo.
La miel también debe adquiriese de una forma específica. Por lo general, la que se vende en los supermercados está demasiado procesada de forma industrial, por lo que suele contener grandes cantidades de azúcar. En su lugar, es más recomendable adquiridla en una farmacia, pues esta suele tener carácter terapéutico y niveles de azúcar mucho más bajos que las industriales.
