Adelantar o atrasar el reloj puede afectar a nuestro organismo, pero te enumeramos varios consejos para que sea más llevadero
España adoptará esta semana el horario de invierno. En concreto, este año se realizará en la madrugada del sábado 28 de octubre al domingo 29: cuando sean las 03:00 h. se atrasará el reloj y volverán a ser las 02:00 h. Este cambio de hora se lleva haciendo desde 2001 y seguirá vigente, al menos, hasta 2026. Se lleva a cabo, principalmente, para que la jornada natural coincida con las horas de luz, favoreciendo así el ahorro energético.
En un principio, este cambio de hora puede parecer algo baladí que no nos afecta; pero en realidad, sí que lo hace. De hecho, tener una hora menos de luz hace que muchas personas se sienten más cansadas, con más o menos apetito y otros efectos interesantes.
Efectos del cambio de hora
Nuestro cuerpo tarda, como norma general, una semana en acostumbrarse a este cambio. Los primeros días son los peores y afectan más a nuestra salud. Por ejemplo, tras esta modificación en el horario, pueden producirse problemas a la hora de conciliar el sueño, incluso aunque te sientas más cansado de lo habitual. Esta falta de descanso puede conducir a problemas mayores como los infartos de miocardio en casos muy extremos.
El estado de ánimo también se ve afectado. Al principio, puedes sentirte más alicaído, irascible o irritable, y esto se debe a que la noche comienza antes. A consecuencia del sueño y del cambio de humor, nuestro rendimiento físico e intelectual también se ven perjudicados, afectando a nuestro trabajo.
Consejos para sobrellevar el cambio de hora
Pero para que no sufras demasiado este cambio, existente algunos consejos relevantes. Por ejemplo, es recomendable que, unos días antes de que se produzca el cambio, adelantemos la hora de la cena unos 15 minutos. Además, convendría que hicieras lo mismo para irte a dormir. Por otro lado, unas dos horas antes de acostarte, evita cualquier tipo de pantalla, ya sea de televisión o móvil, porque afecta a la calidad del sueño y hace que nos cueste más dormir.
Asimismo, intenta no echarte la siesta hasta pasados unos 7 días tras el cambio horario; de esta forma, no alterarás tu reloj interno. Y como anochece antes, te aconsejamos que aproveches las horas de luz, ya sea dando paseos o sentándote en una terraza. Por supuesto, como siempre recomendamos, realiza ejercicio físico. Al hacer deporte, nuestro cuerpo estará más cansado y cuando llegue la hora de dormir, conciliar el sueño resultará más fácil. Ahora ya estás preparado para recibir el cambio de hora.
FUENTES: metacontratas, cuidateplus, ondacero, sanitas, salud Mapfre.