El colágeno es fundamental para que la piel se mantenga joven y los huesos fuertes, pero con los años se pierde. Aunque existen formas naturales de retrasarlo.
Existe una proteína muy presente en nuestro cuerpo cuya función principal es aportar resistencia y flexibilidad a nuestra piel y nuestros huesos. Esa proteína es el colágeno y se encuentra en nuestras células, ocupando una tercera parte del total. Está muy relacionada con el envejecimiento, por eso es tan importante mantener uno buenos niveles en nuestro organismo. Con los años se va perdiendo colágeno, pero hay formas naturales de retrasar su pérdida.
El colágeno es una proteína fabricada por unas células llamadas fibroblastos, presente en todos los animales y humanos. Su función principal es la de unir los tejidos conectivos (músculos, tendones, ligamentos, piel, huesos, cartílagos y órganos, entre otros). También está muy presente en los vasos sanguíneos, los discos intervertebrales, la córnea, el cuero cabelludo, los dientes y las encías. A partir de los 25 – 30 años, los niveles de este «pegamento natural» disminuyen, pues el organismo fabrica cada vez menos. Cuando esto ocurre todo lo mencionado anteriormente también empeora. Sin embargo, hay formas de retrasar su pérdida, por ejemplo a través de la alimentación.
Esto es lo que debes hacer para evitar la pérdida de colágeno
Lo mismo ocurre con la elastina o el ácido hialurónico. Otros elementos que, junto con el colágeno, garantizan la elasticidad (la elastina) y la hidratación de piel y mucosas (el ácido hialurónico). Tomar demasiado el sol, fumar, o exponerse continuamente a la contaminación ambiental, aceleran la disminución de los niveles de colágeno. Afortunadamente existen otros hábitos que lo protegen.
Dormir al menos 7 horas aumenta la melatonina, la hormona del sueño. Lo cual tiene poder antioxidante y antiinflamatorio, lo que ayuda a reducir los signos de la edad. Por otro lado, el ejercicio moderado y una buena alimentación, forman la combinación perfecta antienvejecimiento. Lo que beneficia tanto a nuestra piel como a nuestro sistema óseo y muscular.
Llevar a cabo una dieta baja en azúcares y harinas refinadas. El exceso de azúcar disminuye los niveles de proteínas como el colágeno y la elastina. La elección de alimentos es muy importante, ya que algunos contienen nutrientes que son fundamentales para que el cuerpo genere colágeno. Algunos como los cítricos, por su vitamina C o el aguacate, por la vitamina E.
También la zanahoria con su betacoreno y las verduras de hoja verde por su multitud de antioxidantes. Le siguen las semillas de calabaza y los frutos rojos por el zinc. La proteína animal es muy beneficiosa, las carnes magras, el pescado azul, los huevos y las legumbres y frutos secos, te ayudarán a mantener a la formación de colágeno.