En algunos hogares españoles suele ser frecuente tomar sólo un yogur para cenar. ¿Esta práctica es recomendable para la salud?
Seguramente conocerás personas que, durante la noche, sólo prefieren cenar un yogur. Sí, apenas un yogur porque aseguran que no necesitan llenar su estómago para irse a dormir o no quieren sumar calorías porque no las van a gastar o quemar mientras están durmiendo. Sostienen que de esta manera descansan más relajados, más livianos y al día siguiente se levantan con ganas de desayunar muy fuerte.
Aunque no conozcas a nadie que cene sólo un yogur, esta práctica suele ser frecuente es muchos hogares españoles. Más de lo que piensas, quizá. Ahora bien: ¿es un hábito saludable o no es tan aconsejable como uno puede pensar al principio? Intentaremos conseguir algunas respuestas a través de los profesionales…
Yogur en la cena, ¿sí o no?
La nutricionista Paloma Quintana habló de este tema en sus redes sociales (nutricionconq es su usuario) ya que el debate presenta serias dudas. En primer lugar, explicó que afirmar que está bien o mal cenar lácteos no sería del todo correcto, sembrando así más interrogantes. Y, como suele suceder, remarcó también que es conveniente analizar también el contexto general de cada ser humano y, sobre todo, ver el resto de la dieta que se haya consumido durante la jornada.
¿Pasamos esto en limpio? Quintana subraya la importancia de alcanzar niveles óptimos de proteína durante el día. Ejemplo: si se ha consumido poca proteína, cenar sólo lácteos fermentados termina siendo una opción poco recomendable. En contraposición, si durante la jornada realizamos un buen desayuno, una buena comida y una buena merienda, cenar uno o dos yogures no estaría mal.
Ejemplifiquemos. Un buen desayuno podría ser con huevos revueltos, aguacate, jamón, tomate y café. Una buena comida, que sea significativa, podría llevar algo de pescado con verduras y algo de fruta. Y una buena merienda podría ser con frutos secos, jamón y fruta también. Si cumplimos con todo eso, entonces la opción del yogur-cena estaría aprobada.
Lo importante, en este y otros casos, es cubrir siempre las necesidades nutricionales que, obviamente, dependen de cada persona. La nutrición, más allá de los consejos generales y habituales, es mejor cuando está personalizada. Añade Quintana en sus redes: “Si lo que se persigue cenando solamente lácteos fermentados es perder grasa a la desesperada, me parece una mala cena. Si apuestas por la ‘lactocena’ exclusivamente con el objetivo de perder peso de forma rápida, esta termina siendo una cena no saludable”.