La gastroenteritis es una dolencia común que afecta directamente a la dieta. ¿Qué se debe comer en caso de padecerla?
La gastroenteritis es una dolencia que todos hemos sufrido alguna vez. Es una de las más comunes que afectan al aparato digestivo porque, al mismo tiempo, también es extremadamente contagiosa. Además del evidente malestar, la gastroenteritis afecta directamente a nuestra alimentación, que debe ser modificada mientras tratamos de hacer frente al virus.
Por fortuna, no suele prolongarse más de 72 horas, pero estas pueden hacerse muy largas si no se sabe a ciencia cierta qué alimentos deben retirarse temporalmente de la dieta y cuáles deben mantenerse. En torno a esta cuestión existe la creencia de que debe tomarse «dieta blanda», que la cultura popular ha definido algo así como aquellos alimentos supuestamente más fáciles de ingerir y que no ocasionan ningún daño al organismo.
Aunque no del todo lejos de la realidad, los expertos recomiendan no tomar decisiones arbitrarias y seguir un plan estructurado durante los días que dure la afección, una suerte de plan que incluirá desayuno, comida, merienda y cena, y que también es apto para los más pequeños de la casa.
El desayuno debe comenzar con una manzanilla o con un caldo vegetal para tratar de mantener a raya la temperatura corporal. Se puede acompañar de un par de rebanadas de pan blanco, preferiblemente tostado para que resulte más fácil de digerir. Finalmente, se puede recurrir a un yogur natural desnatado que apenas contiene calorías o grasas saturadas.
Para la comida, también se respetan los tres platos habituales. En primer lugar, abrimos con arroz blanco cocido, a ser posible sin ningún condimento, salsa o similar. El segundo plato lo conforma una pechuga de pollo a la plancha que, si se desea, puede cortarse en trozos y mezclarse con el arroz. De postre podemos disfrutar de una pieza de fruta grande como una manzana.
Merienda y cena
Para aplacar el hambre que acecha entre la comida y la cena podemos recurrir a una rebanada de pan tostado con queso fresco, pero bajo ningún concepto cubrirla de embutido como jamón muy curado o chorizo.
Y, por último, para cenar podemos elaborar tres platos. Uno sería una crema de calabaza o de zanahorias peladas, un alimento muy líquido y suave. De segundo podremos tomarnos dos huevos poché y concluir con un plátano de postre. Siguiendo esta dieta y un tratamiento médico adecuado, deberíamos erradicar el virus en un plazo máximo de tres días.
