El kiwi es una de las frutas más habituales en esta temporada. Te contamos los beneficios que tiene en la salud
El kiwi es una de las frutas de temporada. Aunque acostumbra a madurar rápidamente durante el invierno, también puede consumirse durante el verano. Muchos de nosotros sabe que su procedencia se ubica en Nueva Zelanda y que un ejemplar que cuente con una etiqueta de la lejana isla de Oceanía seguramente sea de buena calidad. Sin embargo, ¿es realmente beneficioso para la salud?
Lo primero que se debe tener en cuenta es que el kiwi puede comerse de tres formas. La primera y más rápida para aquellos que desayunen a toda prisa es la de cortarlo por la mitad y tomarlo con una cucharilla como si se trata de un yogur. Una vez vaciado, se hará la propio con la mitad restante. También puede pelarse por completo con un cuchillo e incluso cortarse en pequeñas rodajas que pueden cubrirse con un chorro de miel artesanal.
El kiwi es un potente antioxidante, lo que significa -como ya hemos explicado en otros artículos de nutrición- que tiene la capacidad de regenerar tejidos y de fortalecer los ya existentes. Los antioxidantes son especialmente apropiados para los que acostumbran a realizar ejercicio físico de alta intensidad o de forma regular y ayudan a prevenir enfermedades óseas y musculares, además de trastornos como la obesidad o la diabetes.
En el caso de la diabetes, el kiwi es doblemente adecuado por su bajo contenido en glucosa, casi inexistente, por lo que puede actuar como regulador del azúcar en sangre. Además, el kiwi es un alimento perfecto para ser incluido en cualquier dieta por su capacidad para saciar el apetito a cambio de apenas unas 60 calorías. Puede incorporarse, por ejemplo, aun desayuno y acompañarse de un par de tostadas con aguacate y aceite de oliva, un vaso de leche desnatado y un zumo de naranja natural.
El sueño
Uno de los beneficios menos conocidos pero más recurridos del kiwi es su supuesta capacidad para mejorar la calidad del sueño. Esto se debe a que esta fruta incluye en su composición una sustancia denominada flavonoide, que permite modular los receptores inductores del sueño.
O, lo que es lo mismo, actúa como un sedante vegetal natural que podría ayudarnos a dormir a pierna suelta si lo consumimos a la hora de cenar. Esto, sumado a su escaso aporte calórico, lo convierten en una opción ideal para las dietas orientadas a la pérdida de peso y quema de grasa.
