Es un problema muy común en la sociedad y puede resultar muy incómodo. Sigue estos consejos para prevenirlo.
El reflujo gástrico tiene lugar cuando el ácido del estómago sube hasta el esófago. Ocurre principalmente después de comer y causa una sensación de ardor en el pecho y de nudo en la garganta, dificultad para tragar e incluso dolor en el pecho o en la parte alta del abdomen. Muchas mujeres embarazadas y personas con sobrepeso y con problemas respiratorios sufren esta afección tan incómoda.
No obstante, puede sufrirlo cualquier persona, independientemente de su edad. Y si se vuelve recurrente, es recomendable acudir a un especialista lo antes posible, para descartar otros problemas como la hernia de hiato. Conviene llevar una dieta blanda, rica en alimentos con fibra, verduras y frutas a excepción de los cítricos, ya que contienen acidez. Asimismo, los productos lácteos actúan como probióticos y ayudan a mejorar esa sensación de acidez. Por otro lado, es muy útil tomar jengibre, puesto que ejerce como un antiinflamatorio natural y alivia las posibles náuseas que produce el reflujo.
Consejos para prevenir el reflujo gástrico
Ahora bien, para prevenir el reflujo, lo que primero debes hacer es no comer en exceso. Evita las comidas copiosas y reduce la cantidad. Es preferible comer poco y repetidas veces a lo largo del día para evitar la sensación de pesadez. Si sufres de este problema, notarás también que si te pones ropa demasiado ajustada te sientes peor; así que, evítalo.
Recuerda comer despacio, no engullas. Si comes deprisa, los alimentos no estarán bien masticados y podrán perjudicar el estómago, entorpeciendo y complicando la digestión. Además, como dato a cuenta, el estómago tarda media hora en avisarnos de que está lleno; por eso debes comer despacio, para evitar sobrecargarlo.
Por otra parte, no te acuestes inmediatamente después de comer. Espera al menos 3 horas para facilitar la digestión. Además, toma infusiones para aliviar la acidez; la manzanilla o la infusión de jengibre son las mejores. Evita tomar productos mentolados, puesto que no es bueno para el estómago y la acidez. Asimismo, debes rechazar ciertos alimentos como las bebidas gaseosas, el café, el alcohol, los rebozados o empanados, el chocolate y, sobre todo, las comidas muy picantes y las que están cargadas de productos para condimentarlas.
Otro consejo muy relevante que podemos darte es que intentes calmarte y hacer meditación, evitando el estrés. Al tener reflujo, la ansiedad comienza a aparecer y agrava los problemas gástricos. Realiza ejercicio de forma habitual y tu peso y el reflujo disminuirán. Finalmente, es importante que sepas que no son remedios milagrosos, pero sí que harán que te puedas sentir algo mejor. Si no es así, acude a un especialista para que le ponga solución cuanto antes y no provoque problemas mayores.
FUENTES: medical news today, gaviscon, aarp, Barnaclinic.