La mente es esencial para cualquier aspecto de la vida pero si hablamos del deporte de competición se hace fundamental
En la alta competición deportiva cualquier aspecto es fundamental para tener una explosión de nuestras cualidades, y no solo estamos hablando solo de la parte física, que ya sabemos que es determinante para un buen rendimiento, pero no solo este aspecto es clave. La mente es un apartado que resulta vital para que cualquier deportista de alto nivel tenga un rendimiento óptimo. El poder de la mente en el deporte engloba un cómputo de habilidades que marcan la raya entre el éxito y el fracaso.
Quizá tenemos un aspecto idealizado del deportista de élite, físicamente perfecto, centrado en su profesión y sin ninguna otra preocupación que la de competir. Pero muchas ocasiones nos olvidamos de su parte personal en donde la mente puede jugar malas pasadas y suponer ese obstáculo que nos permite llegar a donde queremos. Es por eso que hay determinadas habilidades fundamentales que todo deportista de competición perfecciona para incrementar su porcentaje de victoria. Y la mente es una de ellas.
La autoconfianza podría ser una de las principales características a entrenar mentalmente. Podríamos definirla como las habilidades y capacidades propias para entrenar desafíos y conseguir metas. Esta puede considerarse como un impulso de los deportistas hacia sus logros. Y es totalmente determinante e influyente en la toma de decisiones. Pensemos en un jugador de baloncesto que está ante los últimos segundos del partido y de su tiro depende la victoria. Aquí la confianza es clave y no dudar es vital para encestar la bola.
La mente es fundamental para el deporte de competición
Otra de las habilidades importantes es el enfoque como camino para dirigir todo nuestro potencial hacia la meta. En el enfoque es necesario la concentración y ambas son obligatorias para conseguir la predisposición y la precisión, y esto solo se alcanza con una mente liberada.
El rendimiento puede verse afectado por la ansiedad y el estrés que puede pasar malas jugadas. Intentar controlar y canalizar estos sentimientos es clave para tener un alto porcentaje de éxito en cualquier competición, pero es aplicable a muchísimos ámbitos de la vida en general. Éstos dos factores siempre lo vamos a tener nuestro día a día, por tanto debemos saber gestionar ya no solo en el deporte de alta competición.
Dominar la resiliencia, también es clave para un éxito deportivo. Es una habilidad que va unida a tener una mentalidad positiva para poder superar obstáculos y mantener una actitud constructiva. La resiliencia supone poder recuperarse de las derrotas, que estas pueden ser por un resultado o por un contratiempo en forma de lesión. Aquí es donde tenemos que encontrar fuerzas para continuar y aprender de la experiencia.