Ya va siendo horade renovar el frutero. Estas son las frutas de temporada para que afrontes el invierno con el mejor sabor
La fruta, como ya hemos hablado ampliamente en esta web, es uno de los grupos de alimentos más consumidos por la mayoría de la sociedad. La propia OMS recomienda tomar hasta tres piezas de fruta diarias y su inclusión en la dieta ha probado dar resultados muy notables a aquellos que desean perder peso o tonificarse en el gimnasio ganando masa muscular. Pero también es bien sabido que no todas son apropiadas ni se comercializan durante todo el año. Te desgranamos a cuáles debes echarle el guante este invierno.
En primer lugar, lo primero que llama la atención en los estantes de fruta son los cítricos. Las naranjas y las mandarinas proliferan en la estación más fría del año por su férrea resistencia a las bajas temperaturas y por su facilidad para ser conservados sin riesgo. Gracias a su gran aporte de agua y a su ácido fólico que fortalece el tejido muscular, son especialmente apropiadas para los deportistas.
El segundo puesto es para la manzana, omnipresente durante todo el año. Sin embargo, la manzana es de lejos la fruta con más variedades a sus espaldas y durante el invierno le toca el turno a la amarilla Golden o la Reineta. La manzana es un remedio casero para la garganta. Al disparar la producción de las glándulas salivales aumenta la sensación de sed y, a largo plazo, la ingesta de agua.
A la pera le ocurre algo muy similar. Las peras están presentes durante todo el año, pero es más recomendable tomar una variedad que otra. Los expertos recomiendan para el invierno la Conferencia, la Concorde o la Anjou. Al igual que la manzana, la pera también es un potente antioxidante que regenera el tejido muscular y fortalece el sistema óseo.
Fresas y uvas
Finalmente, entre las frutas más típicas de España presentes en la temporada de invierno podemos encontrar las uvas y las fresas. En primer lugar, la producción de uvas se concentra en el primer mes hibernal para posteriormente caer en picado en febrero y marzo.
Por otra parte, las fresas se sitúan en la cara opuesta de la moneda. Su producción se acentúa con los últimos coletazos del invierno, a mediados de marzo, cuando el sol de primavera ya empieza a asomar en el horizonte.
