Si no quieres tener problemas relacionados con el hígado, deberás eliminar estos alimentos de tu dieta inmediatamente.
Tenemos que cuidarnos tanto por dentro como por fuera, y para que nuestro cuerpo esté sano, todos nuestros órganos tienen que funcionar correctamente. Uno de los grandes olvidados es el hígado. Íntimamente relacionado con la nutrición, es el encargado de asimilar los nutrientes que necesita nuestro cuerpo y eliminar las sustancias nocivas.
Es por eso que, para estar sanos, hay que prestar especial atención a la alimentación. Llevar una dieta equilibrada y tener un hábito de vida saludable es primordial si queremos que nuestro hígado funcione correctamente. Por ello, has de saber qué alimentos y bebidas son perjudiciales.
Los peores alimentos para el hígado
El primer elemento a evitar para el adecuado funcionamiento de este órgano es el alcohol, ya que provoca un aumento en los triglicéridos que, a su vez, disminuyen la glucosa en sangre e incrementa el ácido úrico. Además, puede acarrear problemas mucho más graves como la cirrosis. Beber alcohol también hace que nuestro hígado se vuelva más graso.
Asimismo, tomar alimentos que tengan alto contenido en sal tampoco es nada bueno. Pueden derivar en otras afecciones como hipertensión, insuficiencia renal u osteoporosis. Además de acumular sal en el hígado, retendremos más líquido y, de esta manera, tendrá que trabajar más, pudiendo acarrear en el tiempo otros problemas más importantes. Por otra parte, no hay que abusar del azúcar. Esta sustancia se puede transformar en grasa, generando, como el alcohol, un hígado graso. Muchas frutas como los higos, los mangos, las uvas o la piña tienen altos contenidos en azúcar; así que, si tienes problemas hepáticos, es mejor que las elimines de tu dieta.
A este respecto también conviene evitar las carnes rojas y grasas (carnes de ternera, de cerdo, de toro, de buey, de pato y ganso, de cabra o de cordero, entre otros). En grandes cantidades, estas hacen que al cuerpo le cueste digerir más las proteínas. Es mejor que sustituir estos alimentos por las carnes blancas, pescados y legumbres. Las grasas que provengan mejor de frutos secos, semillas, aceite de oliva o aguacate, limitando otras fuentes de grasas como la nata, la mantequilla y cualquier producto que contenga grasas hidrogenadas.
Finalmente, la bollería industrial es un ultraprocesado prohibitivo si tienes alguna afección hepática. Contribuye a que se acumule grasa alrededor del hígado, aumentando la posibilidad de tener sobrepeso u obesidad. Por eso, es mejor apartarla de nuestra dieta y sustituirla por vegetales como la alcachofa, la achicoria, la endibia, la escarola, el rábano o la berenjena; tal y como señala Eva Rodríguez, dietista-nutricionista del Hospital HM Delfos, en una entrevista para el diario La Vanguardia. No obstante, frente a cualquier duda, lo mejor es que acudas a un especialista para que te asesore correctamente, en base a tus problemas.