El vinagre se lleva utilizando desde hace cientos de años, pero quizás no sepas sus múltiples propiedades nutricionales.
A lo largo de los años, se han extendido diferentes mitos en torno al consumo del vinagre y sus efectos sobre el cuerpo y la salud. Es un alimento bastante común y recurrente en nuestra dieta. Por ello, siempre ha suscitado mucho interés en cuanto a los efectos que puede ocasionar en nuestro organismo.
Lo cierto es que, lejos de supuestos perjuicios, el vinagre cuenta con ciertas ventajas a tener en cuenta para aprovechar sus propiedades nutricionales al completo. Eso sí, los expertos recomiendan, en particular, el vinagre sin filtrar que se puede encontrar en cualquier supermercado y cuya fermentación aporta múltiples beneficios. Puede elegirse de manzana, de vino, de sidra… Lo importante es que ponga «sin filtrar» en el envase.
Los múltiples beneficios del vinagre
En una entrevista para el diario ABC, la dietista/nutricionista Blanca García-Orea Haro (@blancanutri) explica que el vinagre sin filtrar aporta, en primer lugar, bacterias que generan un efecto probiótico en nuestro organismo. Además, contiene una sustancia que es incluso mejor que la microbiota: el butirato, el alimento de las células de nuestro intestino que posee cualidades antiinflamatorias y que mejora la permeabilidad intestinal. Por otro lado, este producto aumenta la absorción del hierro y de otros minerales, y facilita la digestión acidificando el estómago. Y no solo eso, el vinagre tiene también un alto poder antioxidante y antimicrobiano, y es un buen conservante. Aunque quizás, la principal ventaja de este alimento sea su capacidad de regular la glucosa en sangre.
Por todo ello, según la experta, es aconsejable tomar una cucharada de vinagre diluida en 2-3 dedos de agua, justo antes de cada comida, y entre 1 y 2 veces al día. No obstante, hay algunos casos en los que no es aconsejable. Si tienes gastritis eosinofílica, úlceras gástricas, reflujo severo, bajos niveles de potasio o histamina alta en la sangre, mejor olvídate del vinagre. Y si estás embarazada, no te preocupes; es uno de los pocos productos que sí se puede consumir durante el embarazo porque tiene un pH tan ácido que no deja entrar patógenos, tal y como señala la nutricionista.
Por último, cabe recordar que el vinagre no tiene fecha de caducidad, lo que le hace un alimento todavía más interesante. De hecho, se ha utilizado durante siglos como un método natural para conservar alimentos. Sin embargo, más allá de su fecha de consumo preferente, su sabor y calidad pueden cambiar y verse perjudicadas con el tiempo por factores como la luz o el aire; por lo que lo ideal es almacenarlo en un lugar fresco, seco y oscuro. Así, podrás disfrutar sin problemas de una saludable cucharadita de vinagre al día.