El cocido madrileño es uno de los platos más típicos de la gastronomía española: su versión light es más que posible después de estos trucos
La gastronomía española es una de las más ricas del mundo sin ninguna duda. Son muchas las partes de España en las que se comen productos de primerísima calidad, y platos elaborados que saben a gloria. Entre los más destacados están la paella valenciana, el salmorejo cordobés o el pulpo a la gallega. Todos ellos son de sobra conocidos, pero hay uno que pasa bajo el radar y que es de los más típicos y contundentes de toda la gastronomía.
Sí, amigos, estamos hablando del cocido madrileño. Es sin lugar a dudas el plato más típico en la capital de España. En Madrid es muy habitual ver a millones de turistas degustar este manjar, aunque bien es cierto que es, probablemente, el más contundente de los platos típicos en España. Está compuesto de sopa, garbanzos, y todo tipo de carnes. Suele llevar carne, pollo, punta de jamón, chorizo, a veces morcilla… Son muchos los ingredientes que convierten al cocido en una contundente comida con la que te ahorras merienda e incluso cena. Eso sí, de sobra es conocido su gran aporte calórico, de ahí que os queramos ayudar con su receta, pero en la versión más light posible.
Así puedes hacer el cocido madrileño de la forma más fit posible
Si quieres hacer el cocido madrileño sin tener ese gran aporte calórico que te hemos comentado, deberías seguir nuestra receta. Los ingredientes son los básicos, pero hay algunas diferencias. Necesitarás un vaso de garbanzos, dos o tres zanahorias, una patata, un puerro, cuatro trasero de pollo, morcillo de ternera, una punta de jamón, agua, sal y aceite de oliva. También puedes añadir un nabo, pero es opcional.
Es cierto que no es un plato light como lo puede ser otro, pero si queremos que sea más fit de lo normal, podemos restar la cantidad de pollo y añadir verduras. No será el cocido madrileño típico, pero sí que te harás una idea de cómo puede saber este gran plato de la gastronomía española. Debes meter todas las carnes en una olla a presión. Posteriormente, y una vez reposados durante un día, hay que añadir los garbanzos. Justo después, llega la hora de pelar la patata, el nabo y las zanahorias y añadirlas a la olla. El agua debe cubrir un poco de la mitad del recipiente. Lo ponemos a fuego alto y, cuando empiece a silbar, lo bajamos a fuego medio y lo dejamos reposar durante 12 minutos para poder abrirla.
Más allá de las carnes o las verduras, lo que verdaderamente destaca es el caldo que generan todos los ingredientes. Es simplemente espectacular y te da la opción de comerlo junto a todo el cocido madrileño (en su versión light) o por separado. ¡Eso ya depende de ti!