Hablamos sobre esta enfermedad con la vicepresidenta de AESPI (Asociación Española del Síndrome de las Piernas Inquietas)
El síndrome de las piernas inquietas es una enfermedad poco conocida no rara, las enfermedades raras son las que la sufren un porcentaje bajo de la población. En cambio, el síndrome de las piernas inquietas tiene una prevalencia alta, según los especialistas en torno al 10 % de la población mundial, no solo en España, la sufren. Además, solo el 10 % estaría diagnosticado, con lo cual el 90 % la está sufriendo en silencio sin saber qué les pasa.
La enfermedad tiene una manifestación muy clara, consiste en que hay una necesidad bastante grande de mover las piernas en situaciones cuando se está en reposo, cuando hay que descansar. Se da en al final de la tarde, cuando se descansa o cuando se acude a la cama para dormir. En ese momento las piernas reflejan una inquietud y una sensación que solo tiene calma si la persona que le aparece empieza a caminar y se mueve. Con lo cual el descanso no se produce y es lo que más afecta.
Es por esto que está catalogada como una de las enfermedades relacionadas con el sueño, pero es un trastorno del sueño en sí. Hay tratamientos que palían los síntomas y que ayudan a las personas a descansar y poder dormir, e incluso a poder viajar. Con tratamiento se puede sobrellevar, pero sin un diagnóstico es prácticamente imposible. Es una enfermedad crónica. Estamos ante una enfermedad que no refleja un dolor agudo pero sí una inquietud constante. Se produce una situación de tensión.
Muchas personas no conocen este síndrome y lo padecen
Las crisis pueden aparecer según el grado en el que se padezca la enfermedad. La forma de aliviarla en ese momento es colocarse de pie para que el caminar relaje esa tensión, en general el movimiento. Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad, incluso ya hay niños diagnosticados con esta enfermedad. En un alto grado es hereditaria. Un niño puede manifestarla desde pequeño y hay neuropediatras especializados y que saben y pueden detectarla.
Ciertamente se trata más en mujeres y en personas mayores. Además, se manifiesta en otras partes del cuerpo y puede afectar al abdomen, brazos y a todo el cuerpo prácticamente. En estas partes del cuerpo puede ser bastante desesperante.
En Dieta.com hemos hablado con la vicepresidenta de la Asociación Españolas de Piernas Inquitas, Purificación Titos, que nos cuenta el sentido de la asociación. “Nuestra asociación que nació en 2004 tiene unos objetivos fundamentales de ayuda y acompañamiento al paciente, al igual que a su familia. Esto por un lado, por otro, buscamos más ayudas y atenciones por parte de las instituciones, especialmente para aumentar la investigación. Las primeras ayudas que agradecen los pacientes son cuando entran en contacto con la asociación y que alguien les escucha. También damos todo tipo de asesoramiento para encontrar especialistas y ayudamos a los pacientes a que lleguen a ellos”, asegura.
En cuanto a una posible cura, “la investigación lo es todo. Es todo en cuanto aplicación, porque ahora tomamos algunas medicaciones de los pacientes de Parkinson porque tienen unas raíces comunes, aunque no sean iguales. Pero como tiene ese mismo origen pues estas medicaciones las tomamos. Lo que nos interesa es que consigamos medicación específica y que nos traten lo mejor posible, y sobre todo conseguir la cura que es lo más ansiado, por supuesto”, finaliza.
