Los falsos mitos sobre beber agua fría a diario y su impacto sobre nuestra salud

El agua fría ha sido víctima de multitud de falsos mitos y creencias. Te mostramos por qué no son ciertos

A todos nos ha sucedido alguna vez. Nos hemos despertado en verano después de una noche de calor muy intenso. O bien hemos dejado el radiador encendido a la máxima potencia en invierno y nos hemos levantado empapados en sudor. La primera reacción lógica es la de acudir al frigorífico y darle un buen trago a esa botella de agua fría que guardamos en la puerta de la nevera.

Falsos mitos agua fría
El agua fría está rodeada de falsas creencias. Las desmentimos – dieta.com

La creencia popular defiende que esta es una práctica perjudicial para la salud. Mucho de sus partidarios aseguran que puede provocar un corte de digestión si, por ejemplo, nos tomamos un vaso de leche caliente inmediatamente después. Los expertos aseveran que, en efecto, puede producirse la hidrocución, una parálisis temporal de las facultades vitales debido a un contraste brusco de temperaturas.

Sin embargo, la realidad es que un trago de agua fría, en la mayoría de casos, no es suficiente para que esto ocurra. Lo que sí entraña peligro de verdad es zambullirse en una piscina de agua helada después de haber consumido una comida caliente, tal vez consistente en platos de cuchara como fabada o alubias.

A lo que sí afecta directamente el consumo de agua fría es al cerebro. Si somos personas propensas a padecer dolores repentinos de cabeza o migrañas, el agua fría puede acelerar su aparición. Esto se debe a que las bajas temperaturas disparan el metabolismo, lo que puede no ser positivo para el cerebro. De forma similar, si se padece de sensibilidad dental, el agua fría puede ser una kriptonita, puesto que los dientes son especialmente susceptibles a los contrastes térmicos.

A pesar de todo, los beneficios que se cuentan entre aquellas personas que consumen ocho vasos de agua fría al día son mucho mayores que sus supuestos perjuicios para la salud.

Los beneficios

El agua fría nos permite hidratarnos con mayor rapidez, debido a que las bajas temperaturas abandonan antes el estómago para trasladarse al torrente sanguíneo y, por lo tanto, la sensación de hidratación será mayor y más rápida.

Los beneficios
El agua después del ejercicio dispara nuestro metabolismo, ayudándonos a quemar calorías – dieta.com

Como hemos dicho antes, el agua fría dispara el metabolismo. El cuerpo deberá trabajar más para regresar a su temperatura óptima de 37 grados y, durante este periodo de actividad se acelerará también la quema de calorías y, por tanto, la pérdida de peso y grasa. Por ello, el agua fría es muy adecuada para el ejercicio, pues ayuda a regular la temperatura corporal después de una rutina intensa.

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