Puede parecer sorprendente pero con un poco de especias podemos preparar una infusión que actúe como un antidepresivo natural.
Si últimamente te has notado más cansado y triste es totalmente normal. A medida que nos acercamos al invierno y los días son más cortos, la horas de luz disminuyen. Esa disminución afecta directamente al ánimo, ya que baja la producción de serotonina, un neurotransmisor conocido como la hormona de «la felicidad». A medida que los niveles de esta hormona se reducen aumenta el apetito ya que una de sus funciones es crear sensación de saciedad.
Para producir serotonina, el organismo necesita triptófano. Y por ello, tomar alimentos ricos en este aminoácido como lácteos (queso, leche) o proteína animal (huevos, pollo, pescado) mejora el ánimo y favorece la sensación de saciedad. El deporte también incrementa la producción de serotonina. No obstante, para esos días grises, los nutricionistas recomiendan una particular especia muy efectiva para subir el ánimo: el azafrán. Puedes tomarla en infusión entre horas o añadirla a tus platos.
El azafrán: la infusión especiada de la felicidad
El azafrán se obtiene de los estigmas rojos de la flor de azafrán y se ha cultivado durante siglos por su sabor peculiar y sus propiedades beneficiosas para la salud. Uno de los compuestos que más abundan en esta especia es la crocina, que le confiere su característico color amarillo. Además, contiene picrocrocina (le da el sabor agridulce a óxido) y safranal (le otorga el aroma de miel y heno), compuestos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Sin embargo, una de las propiedades más destacadas del azafrán es su capacidad para aumentar los niveles de serotonina en el cerebro. Este neurotransmisor es clave para regular el ánimo y contribuir a la sensación de bienestar. Por eso hay estudios que demuestran que esta especia es un aliado natural para combatir la depresión y la ansiedad.
Aparte de su influencia positiva en la salud mental, el azafrán también ha demostrado tener otros beneficios para la salud. Ya que puede estimular la digestión y reducir la irritación gastrointestinal, lo que lo hace útil para aliviar problemas estomacales leves. Además, algunos estudios sugieren que puede ayudar a controlar el apetito, lo que podría ser beneficioso para el control del peso.
Por último, el azafrán es rico en antioxidantes que ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres en el cuerpo, lo que puede contribuir al envejecimiento prematuro y enfermedades crónicas. Por otro lado, sus propiedades antiinflamatorias pueden ser útiles en el tratamiento de afecciones inflamatorias como la artritis.