Los efectos del tabaco en los implantes dentales son cuantiosos, muy nocivos y provocan serias complicaciones.
Cuando se pierde alguna pieza dental, los implantes son la mejor solución, porque resultan prácticamente iguales que los propios dientes y no se nota diferencia. Además, ayudan a que la calidad de vida de las personas mejore y, sobre todo, su autoestima, porque se ven mucho mejor estéticamente.
Pero seguir fumando antes, durante y después de colocar los implantes dentales no está aconsejado. Hoy vamos a explicar los efectos que tiene fumar cuando llega el momento de hacerse este tratamiento.
Los efectos nocivos del tabaco en los implantes dentales
Según la Clínica Dental Doctores Navarro, el tabaco afecta gravemente a nuestra salud y a nuestra boca. Es el causante de muchos tipos de cáncer, como pueden ser el oral, el de garganta o el de lengua. Además, desencadena muchas infecciones en la zona, produciendo llagas y heridas en las encías, y puede hacer que tu boca rechace los implantes dentales. Por lo tanto, si quieres que tus implantes duren lo máximo posible, deberías dejar de fumar cuanto antes.
Asimismo, la integración y regeneración del hueso del implante será mucho más lenta con el tabaco. La nicotina y el resto de las sustancias que contiene no ayudan a su recuperación. Por lo general, en personas no fumadoras, este tiempo de recuperación es de máximo 3 meses, mientras que a los fumadores les lleva mucho más tiempo. Fumar hace que el hueso donde se coloca el implante esté mucho más débil, provocando que no se agarre con fuerza y que, al cabo de un tiempo, pueda perderse nuevamente la pieza.
Como se ha dicho previamente, el tabaco provoca grandes infecciones en la boca y, además, reduce el riego sanguíneo. De esta forma, si te sometes a una cirugía de implante dental, tu cuerpo no estará lo suficientemente preparado para luchar contra posibles bacterias. Además, a la larga, tus implantes se verán teñidos de manchas, porque las sustancias del tabaco causan la decoloración de los dientes y el mal aliento.
Es importante saber también que estas cirugías no están prohibidas en personas fumadoras, pero sí es cierto que algunas clínicas prefieren no realizar estos tratamientos por el alto riesgo de fracaso y las disputas que esto puede provocar después entre el cliente y la clínica. Las tasas de éxito serán mucho mayores si se deja de fumar y la recuperación será más rápida. Por lo que, si te quieres someter a una cirugía dental siendo fumador, debes tener una buena higiene y no sufrir, en ese momento, ninguna infección; ni en dientes, ni en encías. De hecho, es relevante estar sin fumar 3 días, como mínimo, antes de afrontar una cirugía de este tipo. Pero como siempre, lo ideal es que lo consultes con tu dentista para que te dé las claves y las pautas a seguir.