La tostada con aceite es uno de los pilares del desayuno. Te contamos los mitos que rodean a este plato y la verdad detrás de ellos
La tostada con aceite es uno de los platos más típicos de la dieta mediterránea, parte de la idiosincrasia española y uno de los desayunos que con más frecuencia se sirven en los bares y se preparan en las casas. Es posible que tú no pertenezcas a ese grupo, que seas de los que se hace un café apresuradamente y sale disparado al trabajo porque no tiene tiempo para más.
`Pero también los hay que disfrutan del proceso. Que dediquen una parte de la mañana a exprimir un par de naranjas para hacer zumo, a tomarse un vaso de leche y una pieza de fruta, y a acompañarlo todo de una tostada. Ya hemos hablado ampliamente en dieta.com de lo que deben y no deben llevar las tostadas del desayuno para saciar el apetito y aplacar el hambre que nos acecha en las primeras horas de la mañana.
Por ejemplo, pueden incluirse frutas como el aguacate, que aporta un sabor y textura muy agradables al paladar y contiene una gran cantidad de beneficios para la salud. Si prefieres embutido, el jamón cocido es la mejor opción y puede aderezarse con un chorro de aceite para evitar la sensación de sequedad. Otra opción es el queso fresco, muy bajo en calorías y de textura blanda y agradable si se conserva correctamente en frío.
Sin embargo, ¿qué hay de esas tostadas menos elaboradas? ¿De las que no incluyen jamón cocido, tomate ni queso fresco? Sí, estamos hablando de los que solo aderezan su pan tostado con un chorro de aceite de oliva y tal vez un pellizco de sal. Te contamos qué beneficios tiene para la salud.
Los beneficios
El aceite de oliva tomado sin paliativos, sin otros alimentos que lo acompañen, puede ser un excelente aliado para cuidar de tu cuerpo. En concreto, mejora la salud cardiovascular. Al consumirse en crudo, aumenta los niveles de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que ayudan a mantener a raya el colesterol bueno, mientras que reducen los niveles de colesterol malo.
Además de las ventajas para la circulación sanguínea, también tiene sabidos beneficios para el aparato digestivo, favoreciendo el proceso de digestión al reducir la acidez intestinal y garantizando el buen funcionamiento del hígado.
